Berlín, 12 feb (dpa) – En medio de una gran crisis interna, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) designará este martes a una nueva líder que deberá hacer frente al desafío de convencer a marchas forzadas a su militancia para que autorice la reedición de una gran coalición de Gobierno liderada por su rival conservadora Angela Merkel.
Andrea Nahles, ministra de Trabajo en la anterior legislatura y jefa parlamentaria del SPD, tomará las riendas en sustitución del derrocado Martin Schulz, quien tras menos de un año en el cargo se vio obligado a entregar el bastón de mando la semana pasada por la presión de sus compañeros de filas.
La política asume la presidencia del partido a toda prisa. Aunque su nombramiento oficial deberá ser refrendado en un congreso más adelante, el SPD ha optado por hacer el relevo lo antes posible convencido de que con un nuevo liderazgo disminuyen los riesgos de que los más de 460.000 miembros del partido voten en contra del acuerdo de Gobierno pactado con Merkel en un referéndum vinculante que tendrá lugar en las próximas semanas.
Nahles, de 47 años, hereda una formación dividida, desorientada y víctima de una gran crisis de identidad que, sin embargo, ha sabido sacar rentabilidad a su peor resultado electoral garantizándose los ministerios con mayor peso en el futuro Gobierno germano, entre ellos el de Finanzas y de Exteriores.
Por primera vez en sus 154 años de historia, el Partido Socialdemócrata alemán estará comandado por una mujer y uno de sus principales cometidos será reconstruir una formación hecha pedazos tras el terremoto originado por su antecesor.
Schulz, que fue recibido el pasado año con gran entusiasmo, decepcionó a sus acólitos y a la opinión pública, primero, con el duro revés de las elecciones generales del pasado septiembre, cuando sufrió su mayor derrota histórica, y, después, con un giro de 180 grados en su discurso, que hundió por los suelos su credibilidad.
Tras anunciar a bombo y platillo la misma noche electoral que el SPD pasaría a las filas de la oposición, el político socialdemócrata se vio obligado a dar marcha atrás e intentar formar Gobierno con Merkel abrumado por el temor a la convocatoria de unas nuevas elecciones.
La pasada semana, el bloque conservador de la canciller Angela Merkel y un Schulz muy debilitado alcanzaron finalmente un acuerdo que pone fin a la mayor crisis de Gobierno que ha enfrentado el país.
El pacto, sellado más de cuatro meses después de las elecciones generales y tras casi cuatro semanas de intensas negociaciones, debe ser ahora aprobado en un congreso por el casi medio millón de militantes del SPD para poder entrar en vigor.
De contar con luz verde, Merkel volvería a ser elegida canciller por el Parlamento por cuarta vez consecutiva y el SPD, de puertas para afuera, daría por superada una de sus mayores crisis.
La fecha clave será el próximo 4 de marzo, día en que se darán a conocer los resultados de la consulta vinculante que mantiene no solo en vilo a Alemania, sino también al resto de Europa.
Por María Prieto (dpa)