Berlín, 12 feb (dpa) – Tres días antes de que dé comienzo el Festival Internacional de Cine de Berlín, la locura se desató ya hoy en la capital alemana con cientos de fans deseosos por conseguir una entrada, algunos de los cuales no dudaron en dormir en la calle.
Delante del puesto oficial de venta situado en la famosa Potsdamer Platz, punto central de la Berlinale, algunos cinéfilos desplegaron el domingo sus sacos de dormir y sus esterillas para pasar la noche y ser los primeros en elegir película cuando salieran hoy a la venta las entradas a las 10:00.
Todos los años, los apasionados del séptimo arte guardan fila durante horas estos días para poder comprar entradas y no perderse uno de los festivales más populares del mundo.
Con precios entre los cuatro euros del programa infantil hasta los 15 euros de las películas de sección oficial que compiten por el Oso de Oro de la Berlinale, los berlineses podrán disfrutar del certamen que se extiende desde el 15 al 25 de febrero.
Cerca de 400 películas se proyectarán a lo largo de estos días en numerosos cines de la capital alemana, desde el céntrico Berlinale Palast, donde se desplegará la alfombra roja de la sección oficial, hasta cines de barrio por toda la ciudad. En total se venden más de 300.000 entradas, lo que alza a la Berlinale como el mayor festival de público del mundo.
Las entradas se pueden comprar, con alguna excepción como las del día del espectador, tres días antes de la proyección de la película tanto en los sitios oficiales como por Internet.