La necesidad de movilización de cada persona guarda relación con sus múltiples actividades diarias. Ya sea que se requiera ir al trabajo, al centro de estudio o al parque, todos los humanos desean trasladarse de una forma más cómoda, ecológica y económica.
El encarecimiento de los combustibles y la crisis económica han abierto el camino para que las bicicletas eléctricas ganen cada vez más espacios para los desplazamientos dentro de las ciudades.
Inclinarse por un vehículo de este tipo tiene numerosas ventajas y beneficios, ya que es más económico que los coches y motos que funcionan con combustión, o que los propios vehículos eléctricos que son diseñados para la ciudad.
Una de sus ventajas es que cualquier bicicleta tradicional puede transformarse en eléctrica con la instalación de un kit especial que es más barato. La conversión la puede realizar el propio usuario en pocos minutos.
Al igual que su predecesora, las bicis eléctricas no contaminan el ambiente, por lo que minimizan la contaminación del aire en los centros urbanos.
También conocidas como e-bikes, este tipo de bicicleta no reemplaza el pedaleo del ciclista, lo asiste para un menor agotamiento físico. Por lo tanto, según la condición física de la persona, la distancia a recorrer o el tipo de terreno, la eléctrica llegará más lejos, pues resulta mucho más cómoda para subir las cuestas.
Arranque suave y fluido
Al empezar el pedaleo, el ciclista recibe un ligero impulso para arrancar, lo que se traduce en un movimiento suave y fluido.
Respecto a su legalidad, las bicicletas eléctricas no necesitan carnet de conducir ni seguro, por lo que en este aspecto son similares a las bicicletas tradicionales.
Entre sus especificaciones técnicas se puede mencionar que normalmente los motores son de 250 W y alcanzan una velocidad máxima de unos 25 kilómetros por hora. Ninguna debe pesar más de 40 kilos.
Los gobiernos de diversos países han incentivado el uso de los vehículos eléctricos, por lo que su adquisición se sigue motivando con el propósito de reducir los niveles de contaminación.
En España existe el plan Pima Aire 2, con el que se desea dinamizar la comercialización de las bicicletas eléctricas entre particulares, con lo que se logra un ahorro de 200 euros.
Su autonomía es otro aspecto a considerar, ya que en algunos modelos se pueden alcanzar los 100 kilómetros de recorrido. Tampoco es necesario cargarla todos los días, debido a que las distancias que se recorren no suelen superar los 20 kilómetros diarios.
Para cargarla, el usuario solo debe conectarla a cualquier enchufe. Según un artículo publicado en la página informativa eldia.es, las bicicletas electricas pueden suponer un importante ahorro para el ciclista.
Esto se debe a que no se requiere el pago del impuesto de circulación, seguro, matriculación, ITV, ni preocuparse por el aparcamiento. Otro de los beneficios de las bicicletas con motor, también conocidas como ciclos eléctricos, es que ofrecen un ejercicio moderado para quienes disponen de poco tiempo para ejercitarse.
Sensor de pedaleo
El funcionamiento de las bicicletas eléctricas es sencillo y consta de varias partes principales. La primera es el ciclo que corresponde a la parte de la bicicleta tradicional, la batería, controlador, sensor de pedaleo y el motor eléctrico.
La batería es la encargada de llevar la energía al motor, tras ser recargada en la red eléctrica. Los modelos más recientes pueden cargarse en marcha, cuando la bicicleta va cuesta abajo.
El sensor es una de las partes más importantes, ya que se encarga de captar el pedaleo del ciclista para poner en marcha el motor, con lo que se recorren largas distancias. El dispositivo también se encarga de detectar cuándo el usuario deja de pedalear o necesita frenar. En ese momento el motor se detiene.
Para los amantes de las bicicletas de montaña, las eléctricas pueden ser una excelente alternativa, pues contribuyen a subir las cuestas. Es decir, los ciclistas alcanzan la cima con un menor esfuerzo.
Los beneficios para la salud son varios: se evitan diversas enfermedades cardiovasculares, se elimina el sedentarismo y ayuda a quienes padecen problemas de circulación de la sangre. Además, reduce los niveles de estrés al no estar conduciendo en medio de un atasco vehicular o en el transporte público.
Quienes las han adoptado como su principal medio de transporte afirman que conducir este tipo de bicicletas genera una sensación de libertad y cercanía con la gente. El modelo plegable es uno de los más demandados, ya que se puede colocar en cualquier lugar, como un armario o maletero.
El auge de las bicicletas eléctricas continúa expandiéndose por diversos países de Europa, en los que también existen regulaciones para su uso. La recomendación a la hora de adquirir una e-bike es buscar la asesoría de los profesionales para acertar en la compra.