El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa) suma a su parque móvil 12 nuevos vehículos de última generación que servirán para mejorar su eficacia y la capacidad de respuesta de los bomberos ante incendios urbanos, forestales e industriales, rescates en altura, accidentes de tráfico y salvamentos. La modernización de la flota ha supuesto una inversión próxima a 1,7 millones, la mayor de los últimos años.
El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha presentado los nuevos dispositivos, entre los que destaca una autoescalera, que pasa a ser el equipamiento de mayor tamaño del Sepa. Con este vehículo, los bomberos podrán trabajar en alturas de hasta 32 metros. Además, su cesta de rescate soporta media tonelada de peso. También se incorporan al parque móvil del Servicio de Emergencias una autobomba urbana, otra nodriza, un furgón multisocorro, 4 todoterrenos y 4 vehículos de apoyo que se destinarán, entre otras funciones, al reparto de materiales y el transporte de personal.
Esta adquisición se suma a la renovación de material que se ha llevado a cabo en este ejercicio por valor de 215.182 euros. En concreto, se han comprado diferentes equipos para rescates en altura, excarcelaciones, sistemas de detección de gases y cerca de medio centenar de trajes especiales para trabajos de retirada de nidos de avispas asiáticas y abejas y avispas comunes.
“Este año hemos ejecutado unas inversiones cercanas a los dos millones de euros, un esfuerzo al que nos comprometimos hace un año durante la presentación de los presupuestos de la consejería y con el que mejoraremos la capacidad de respuesta del servicio”, ha subrayado Martínez.
El consejero también ha repasado las intervenciones realizadas en 2017 por Bomberos de Asturias, con un total de 7.691 salidas, la mayor parte, concretamente 3.078 (40%) por incendios forestales, 1.014 (13,1%) para retirar elementos peligrosos y 845 (11%) por fuegos urbanos.
Además, el centro de coordinación de emergencias 112 Asturias recibió en los once primeros meses del año un total de 636.145 llamadas, lo que supone una media de 1.903 diarias, que derivaron en la apertura de más de 212.000 emergencias.