(dpa) – Tras un largo tira y afloja, supervisores bancarios de Europa y Estados Unidos llegaron ayer a un acuerdo para endurecer las reglas del sector bancario internacional.
Los grandes bancos del mundo podrán utilizar solo parcialmente sus propios modelos para calcular los riesgos crediticios y deberán emplear en un 72,5 por ciento modelos más conservadores que circulan en la actualidad, comunicaron ayer los supervisores y presidentes de bancos emisores reunidos en Fráncfort.
Los supervisores exigen además un mayor colchón de capital de reserva a los llamados «bancos relevantes para el sistema» para el caso de entrar en dificultades. La revisión de las llamadas reglas de Basilea III entrará en vigor de forma gradual a partir del 1 de enero de 2022 y se completará en el término de cinco años.