(dpa) – La cuenta atrás para que llegue a los cines la octava entrega de «Star Wars», cuyo estreno está previsto para el 14 de diciembre, comenzó el domingo con una rueda de prensa en Los Angeles en la que sin embargo se revelaron pocos detalles.
Como era de esperar, la segunda parte de esta nueva trilogía será más oscura, contó el director, Rian Johnson. «En primer lugar, queríamos que la película funcionara como una película de ‘Star Wars'», subrayó.
John Boyega, que da vida a Finn, confesó que ha visto la película terminada pero tiene que verla otra vez, porque «pasan muchísimas cosas». Según contó, todos los personajes estaban sometidos a una presión enorme, pues ninguna entrega de la saga se centra tanto en la guerra como esta.
Las fronteras entre el bien y el mal desaparecen, añadió. Y es que según apuntó Daisy Ridley, que da vida a Rey, es fácil identificarse con ambas partes en conflicto. Para Andy Serkis, que da vida a Snoke, la intimidad y emocionalidad de la película resulta fascinante.
Sobre la trama de «Los últimos Jedi» ha trascendido poco. La productora Lucasfilm sólo ha revelado en una escueta sinopsis que se verá a Luke Skywalker (Mark Hamill), Rey, Finn y Poe (Oscar Isaac) en una aventura para desentrañar «los secretos del poder y del pasado».
Hamill también se mostró bastante parco en palabras. Al ser preguntado por las diferencias entre esta nueva entrega y sus predecesoras, sólo señaló que «Los últimos Jedi» es «más larga» (alrededor de dos horas y media).
Además, prometió que su papel será «el doble» que en la anterior, lo que no significa mucho: la última vez que apareció Luke Skywalker fue en la escena final y sin diálogo.
Para la actriz Kelly Marie Tran, cabe destacar la fuerte presencia de personajes femeninos, entre los que brilla la fallecida Carrie Fisher en la piel de la legendaria princesa Leia.