(dpa) – Los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD), que se alzaron como tercera fuerza en las elecciones de septiembre, comenzaron hoy un congreso de dos días marcado por una enconada lucha por el poder entre bastidores entre nacionalistas radicales y conservadores tradicionales.
En el congreso se elegirá a la nueva cúpula de la formación después de que su ex copresidenta Frauke Petry se marchara tras los comicios de septiembre, al considerar que el partido se había vuelto demasiado extremista.
El jefe de la flamante bancada de la AfD en el Parlamento alemán, el veterano Alexander Gauland, dejó en suspenso si se presentará como candidato a uno de los dos cargos de presidente de la agrupación que también aspira a ocupar el jefe de la sección de Berlín, Georg Pazderski, representante del ala moderada.
El eurodiputado Jörg Meuthen, actual copresidente, también tiene previsto postularse para la reelección. Meuthen es respetado por el ala derechista y nacionalista del partido a pesar de su perfil liberal.
Meuthen tiene buena relación con el dirigente ultranacionalista de la sección de Turingia Björn Höcke, contra el cual está en marcha un procedimiento de expulsión por un sonado discurso en el que pidió acabar con la cultura de la memoria del nazismo y llamó «monumento de la vergüenza» al monumento a las víctimas del Holocausto en Berlín.
La AfD capitalizó el descontento gestado por la política de puertas abiertas a la inmigración de la canciller Angela Merkel y recabó un espectacular 12,6 por ciento de los votos en las elecciones generales de septiembre.
Así, se alzaron como tercera fuerza por detrás de los conservadores de la CDU de la cancillera Angela Merkel y de los socialdemócratas (SDP) de Martin Schulz, y se convirtieron en el primer partido de extrema derecha que desembarca en el Parlamento alemán en más de medio siglo, con 92 diputados.
El congreso se vio sin embargo ensombrecido por fuertes protestas: fuera del centro de convenciones de Hannover centenares de manifestantes trataron de bloquear las vías de acceso al recinto esta mañana y fueron dispersados por la Policía con carros lanza agua.
Varios policías y por lo menos un manifestante resultaron heridos y se produjeron varias detenciones. En horas de la tarde, unas 6.000 personas marcharon desde el lugar del encuentro al centro de la ciudad.
Al comienzo del congreso, Meuthen llamó a los delegados a ejercer una «política patriota para Alemania». «Somos los únicos que podemos hacerlo», afirmó y acusó a la canciller Merkel de haber fracasado por completo a nivel político.