Los ataques de pánico o ansiedad son extremadamente frecuentes en nuestra sociedad. Se trata de uno de los trastornos psicológicos más comunes en la población general. Según la Organización Mundial de la Salud, el Trastorno Generalizado de Ansiedad afecta a entre el 3 y el 5% de la población adulta. Entre sus síntomas más preocupantes se encuentran la aparición de forma súbita e inesperada de un terror o miedo, acompañado por la sensación de sufrir un ataque cardiaco, ir a morir de forma repentina o volverse loco. A este intenso pánico se le suman variados síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, taquicardia y todo una amplia gama de síntomas derivados de la somatización de la ansiedad. Los ataques de ansiedad pueden afectar seriamente a la calidad de vida por lo que la mejor opción es acudir a un psicólogo especializado para recibir tratamiento.
Bajo la denominación general de Trastornos de Ansiedad se esconde una gran variedad de tipos de patologías: los ataques de pánico o ataques de ansiedad, la agorafobia, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), la fobia social, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno por estrés agudo y el trastorno por abuso de sustancias, además de las fobias específicas también conocidas como fobias simples.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) provoca en el paciente temores y preocupaciones sin fundamento real, que son constantes y persistentes. El TAG puede impedirle llevar una vida normal y poner en peligro su salud si no es abordado de forma adecuada por un psicólogo especializado. La afectación del TAG sobre el paciente puede extenderse a todos los órdenes de su vida, tanto familiar como social o laboral.
Gerardo Castaño Recuero, psicólogo y psicoterauta de Madrid, nos explica a continuación cómo debemos actuar ante la aparición de ataques de pánico y ansiedad y por qué es vital acudir a un psicólogo. Castaño Recuero nos comenta que cada paciente debe buscar el mejor psicólogo de Madrid (o de su ciudad) especializado en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Cada paciente tiene una necesidades distintas y debe buscar el psicólogo que mejor se adapte a sus necesidades.
Los síntomas físicos de un ataque de ansiedad
Un ataque de ansiedad debe ser siempre motivo para consultar a un profesional especializado en ansiedad. Esto es así porque, en primer lugar, es el único profesional que puede interpretar y diagnosticar de forma adecuada unos síntomas de lo más variados y que se manifiestan en ataques de pánico.
Cefaleas, palpitaciones, sudoración abundante, aumento de la frecuencia cardiaca, hormigueos y parestesias en extremidades… son algunos de estos síntomas físicos. También predominan síntomas digestivos como flatulencia o diarreas. Pero con diferencia el síntoma fundamental es la ansiedad extrema, vivida con sensación de muerte inminente o de sensación de ir a volverse loco.
“El médico de cabecera o los servicios de urgencia deben descartar cualquier patología orgánica, y tras un exhaustivo reconocimiento físico con analíticas y ECG deben remitir al paciente a un psicólogo o psiquiatra especializado. Es muy importante explicar al paciente que su enfermedad no es grave desde el punto de vista del riesgo vital y que bajo esa sintomatología tan aparatosa existe un miedo o preocupación patológica, que es la causante de las dolencias corporales”, nos explica el psicólogo Gerardo Castaño.
¿Cuáles son las causas de los ataques de ansiedad?
Las causas de los ataques de ansiedad y del Trastorno de Ansiedad Generalizada son desconocidas. Sin embargo, los estudios sí apuntan a una predisposición genética, favorecida al aparecer por situaciones de estrés.
Las mujeres son más afectadas que los hombres (aproximadamente entre el 60 y el 70% de los casos son mujeres).
Los estudios parecen confirmar la participación de algunos núcleos cerebrales en la génesis de los ataques de pánico. Parece existir en estos pacientes una alta actividad adrenérgica y parecen estar involucrados algunos neurotransmisores como el GABA.
El tratamiento apropiado de los ataques de pánico
Una vez realizado un diagnóstico de ataque de ansiedad por parte del psicólogo especializado, el tratamiento debe abordar una doble vertiente, farmacológica y psicológica.
Ansiolíticos y benzodiacepinas son fármacos utilizados en el TAG pero sólo a corto plazo. El psicólogo Castaño Recuero advierte que pueden provocar problemas de adicción y tolerancia. También son empleados algunos antidepresivos, pues no producen dependencia en el tratamiento del paciente a largo plazo.
En cuanto al tratamiento psicológico, Gerardo Castaño nos dice que en su centro “Nuestro Psicólogo en Madrid” cada paciente es tratado con una terapia individualizada para obtener los mejores resultados y una mejora lo más rápida posible del sujeto.
No obstante, un abordaje común y efectivo de los ataques de pánico o ansiedad suele incluir técnicas de reducción de estrés (yoga, meditación…). La terapia cognitivo conductual también ha sido usada durante mucho tiempo, así como los conocidos como tratamientos de conciencia plena.
La terapia cognitivo conductual es un tipo de psicoterapia que trata de incidir sobre la conducta del individuo, así como en su forma de pensar. En cuanto a los tratamientos de conciencia plena, se centran en las emociones y, según afirma el doctor Castaño Recuero, “son muy útiles para regular los síntomas de depresión y ansiedad y son excelentes complementos del tratamiento farmacológico”. Últimamente se están obteniendo excelentes resultados con la TFE (Terapia Focalizada en las Emociones) pues es un tipo de tratamiento con excelentes resultados en un corto plazo de tiempo.
De forma general, podemos decir que los objetivos finales del psicólogo especializado en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, son evitar que el paciente se sienta desbordado por sus preocupaciones, que el sujeto comprenda lo que le ocurre, identificar los factores que originan su estrés (pueden ser familiares, laborales, económicos o sociales) y, una vez identificadas sus preocupaciones, ayudarle a superarlas y a llevar una vida completamente normal. Si el paciente sigue las indicaciones de su psicólogo y participa activamente en su tratamiento, sus opciones de recuperación completa en sólo unos meses serán muy grandes.