(dpa) – En el campo no hay quien le tosa. De su juego impecable y calidad dan cuenta las estadísticas que, año tras año, le sitúan en la lista de máximos anotadores de la Bundesliga. Su velocidad en la cancha, su excelente regate y su olfato goleador acaparan numerosos titulares de la prensa deportiva.
Pero Pierre-Emerick Aubameyang, un jugador que con sus dobletes y tripletes ha dado grandes alegrías al Borussia Dortmund, también genera incomodidad en el vestuario con sus extravagancias y su renuencia a la disciplina. El gabonés es un diamante que es necesario pulir.
Al volante de su Aston Martin deportivo, Aubameyang accedía este viernes a las instalaciones deportivas del Dortmund. Llegaba puntual al campo de entrenamiento para ejercitarse junto a algunos suplentes y jugadores convalencientes.
El equipo titular se encontraba a unos 500 kilómetros, en Stuttgart, donde preparaba su próximo encuentro liguero. El delantero estrella, en un momento en el que su club se encuentra sumido en una profunda crisis, no fue convocado. El Dortmund decidió aplicarle un partido de sanción debido a «razones disciplinarias».
No es la primera vez que al «enfant terrible» del Dortmund se le impone una suspensión. Hace un año, ya había sido castigado por volar a Milán con unos amigos en un jet privado, sin tener el permiso de su club. El atacante regresó demasiado tarde para reunirse con el resto del equipo, al día siguiente. Entonces se perdió un duelo por la Liga de Campeones de Europa.
Aubameyang declaró el viernes al diario sensacionalista «Bild» no entender los motivos que llevaron esta semana a su club a prescindir de sus servicios en pleno descalabro del Dortmund.
«Puedo entender el castigo y la suspensión que me impusieron después de lo ocurrido en Milán, pero esta vez realmente no lo entiendo. Yo no quería llegar tarde», señaló al diario más vendido de Alemania.
El jugador de 28 años se presentó el pasado jueves más de media hora tarde al entrenamiento. Era la tercera en una semana que Aubameyang llegaba con retraso.
Por si esto fuera poco, la prensa informó de que el delantero grabó anuncios publicitarios en las instalaciones del Dortmund acompañado de su amigo el futbolista «freestyle» Séan Garnier sin haber solicitado al club con anterioridad los permisos pertinentes.
Esta fue, quizás, la gota que colmó el vaso. El motivo, según se rumorea en Alemania, de que el técnico Peter Bosz prescindiese del atacante en la duodécima fecha de la Bundesliga.
El entrenador del Dortmund entiende que la decisión de suspender a Aubameyang ha sido la correcta y que no quedaba otra alternativa. «Claro, sino no lo hubiese hecho. Fue una medida disciplinaria y tenía que ser así. Yo no me lo tomo de manera personal. No es importante para mí, sino para el equipo», señaló el estratega en declaraciones a Eurosport.
Bosz seguramente alberga la esperanza de que, con esta sanción, el delantero reaccione de igual forma que lo hizo el año pasado. Tras cumplir con la sanción por el incidente de Milán, Aubameyang regresó muy motivado al campo y marcó cuatro goles en un partido en el que el Dortmund se impuso por 5-2 al Hamburgo.
Coches de lujo, ropa extravagante o escapadas en avión privado son algunas de las señas de identidad de este peculiar jugador nacido en Francia, de origen gabonés y de madre española.
En abril de este año, el club le impuso una multa después de celebrar un gol luciendo una máscara de una campaña publicitaria de su patrocinador personal.
Mientras que este atacante, que gusta de coquetear con equipos extranjeros, siga anotando goles y logrando buenos resultados para el Dortmund, sus salidas de tono se perdonarán en Alemania.
Pero la última falta de disciplina llega en un momento en el que el equipo amarillo se encuentra hundido en el fango y que coincide además con la falta de puntería del gabonés.
Aubameyang lleva exactamente 476 minutos sin anotar. Sus últimos goles los marcó hace más de un mes, el 14 de octubre, cuando anotó un doblete que sin embargo no evitó la derrota por 3-2 ante el Leipzig.
El ariete es, con diez goles, el máximo anotador del Dortmund esta temporada, pero no pudo marcar en los tres últimos encuentros del equipo.
En los dos días libres que tuvo la pasada semana debido a citas internacionales previas al mundial de Rusia de 2018, Aubameyang aprovechó para visitar a su antiguo compañero Ousmane Dembélé y prometer un resurgimiento del «Ave Fénix».
«Este parón me ha sentado muy bien. Asumo las críticas. Sé que tengo que volver a marcar», dijo.
Una buena oportunidad para hacerlo será el próximo martes, cuando el Dortmund se enfrente en Liga de Campeones al Tottenham inglés. Una victoria con firma del gabonés haría olvidar los «pecados» cometidos, hasta nuevo aviso.
Por Ulli Brünger