(dpa) – Aunque el técnico Carlo Ancelotti no quiso hacer una gran mención individual, si alguien brilló en la victoria 3-0 del Bayern Múnich sobre el Schalke 04 el martes, ése fue el colombiano James Rodríguez.
El mediapunta marcó su primer gol oficial con el cuadro bávaro, desde que llegara el pasado verano del Real Madrid. Pero además de anotar, provocó el penal que convirtió Robert Lewandowski y asistió a Arturo Vidal en los otros dos tantos de la victoria.
Unas primeras pinceladas de talento que aportan tranquilidad: el nacido en Cúcuta empieza a demostrar, a él y a los otros, por qué Ancelotti insistió en traerlo de la capital española, donde apenas tenía minutos.
«Te sientes aliviado cuando marcas tu primer gol. Siempre quiero ayudar al equipo marcando y asistiendo», explicó el jugador de 26 años. «Me siento bien pero aún siento que tengo mucho para mejorar. Eso vendrá gradualmente con cada juego».
«James jugó bien, trabajando duro por el equipo, con buenas asociaciones, pero no está al 100 por ciento en términos físicos», explicó Ancelotti.
«Pero todo el mundo jugó bien hoy, es difícil señalar a un jugador. Estoy contento por todos ellos», terció el italiano.
En el Real Madrid, Ancelotti recibió al James que fue máximo goleador del Mundial de Brasil 2014. Ahora vuelven a estar reunidos.
El comienzo en el Bayern, sin embargo, fue difícil para el volante ofensivo, que debió lidiar primero con una lesión muscular y luego regresó en momentos en que su nuevo equipo estaba lejos de encontrar la forma. El colombiano participó, sin demasiado brillo, en la derrota 2-0 ante el Hoffenheim y en la victoria 3-0 ante un Anderlecht con diez jugadores.
Pero con la rotación, y superados los percances físicos, James fue finalmente titular el martes en una ofensiva que también incluyó a Thomas Müller y a Lewandowski.
«Es agradable jugar con él. Siempre quiere la pelota, ama el juego y siempre se ofrece. Tener jugadores como él nos hace mejor equipo», expresó el mediocampista Sebastian Rudy.
Lewandowski, que lleva ya diez goles en ocho partidos oficiales, añadió que James les ofrece «una opción diferente en ataque» y asimismo apoyó las rotaciones del italiano.
«Nuestra calidad no era menor. Cuando jugamos cada tres días, los jugadores necesitan un poco de descanso de vez en cuando. Eso da a otros la posibilidad de jugar y mostrar de lo que son capaces», dijo el polaco.
El 4-0 del sábado ante el Mainz y esta victoria ante el Schalke entregan, al menos por ahora, un poco de paz para trabajar al Bayern, que había enfrentado críticas en las semanas recientes.
A Ancelotti, en particular, le viene bien saber que tiene varias opciones de cara a los próximos partidos de la Bundesliga y de la Liga de Campeones, ante el Wolfsburgo el viernes y frente al poderoso Paris Saint-Germain la próxima semana, en un duelo crucial por su grupo en el torneo continental.
Por lo demás, la actuación de James hizo olvidar un poco, por lo menos durante el tiempo del partido, la lesión de tobillo del arquero Manuel Neuer, que se perderá el resto del año.
Su reemplazante, Sven Ulreich, hizo un buen trabajo bajo los tres palos y se mostró feliz por mantener su arco en cero.
«Estoy contento de mantener el arco en cero y de habernos llevado los tres puntos», dijo. «Siempre es difícil reemplazarlo a él, es el mejor arquero del mundo. No hay mucho más que yo pueda hacer», reconoció Ulreich.
James, de su lado, sí que tiene mucho más que hacer. La estrella colombiana, mucho talento y pocas palabras, quiere seguir llevando la batuta del equipo alemán.
Por Heinz Büse