(dpa) – Sin escenario literario no hay lucha de clases. Esta frase algo simplificada explica cómo el estudiante de ciencias políticas André Herrmann se convirtió en escritor. El autor de 31 años es socio fundador de la sala para lecturas en público «Schkeuditzer Kreuz», y su primera novela se titula «Lucha de clases».
Según relata Herrmann, todo se dio gracias a este sitio. «Si no hubiera existido, probablemente estaría haciendo algo relacionado con mis estudios», comenta. Las salas para lecturas públicas al estilo de la de Leipzig están surgiendo en toda Alemania y ya han sido cuna de numerosos escritores galardonados en el país.
La sala de Leipzig, en el oeste alemán, ya lleva diez temporadas presentando veladas literarias. El concepto es simple: un equipo de autores lee sus textos, en su mayoría humorísticos, sobre un escenario. La presentación incluye a veces música y otros componentes propios de un show. Los autores de Leipzig tienen una presentación cada mes, pero otras salas de este tipo tienen un programa semanal, por ejemplo en Berlín. «La literatura en vivo tiene un público fiel», comenta Julius Fischer. El músico y escritor llegó al escenario junto con Herrman, al igual que él se inició en la modalidad conocida como «poetry slam», una competición poética en vivo donde los autores combinan la recitación y elementos de actuación.
En este sentido, tanto Fischer como Herrmann tienen una trayectoria típica. «Las salas de lecturas en público no se diferencian claramente del ‘poetry slam'», señala Volker Surmann, propietario de la editorial Satyr. Surmann también sube al escenario para leer en público en el salón berlinés «Brauseboys». Ambas modalidades literarias se enriquecen mutuamente, señala el editor. Sin embargo, en su opinión el formato de los escenarios de lecturas en público alberga más perspectivas. Allí «es posible leer también textos más serios», y el autor puede probar otras variantes.
¿Es posible pasar de un pequeño escenario al gran mundo de la literatura? Definitivamente sí, señala Claudius Nießen, del Instituto de Literatura de Leipzig. «De este ambiente siempre surgen autores jóvenes que logran establecerse.» Las lecturas en público son una buena fuente de ingresos para los escritores. Eso implica que quien tiene aptitudes para leer en voz alta, también tiene grandes ventajas.