Londres/Edimburgo, 19 sep (dpa) – Tras el «no» de los escoceses a la independencia de Reino Unido, el primer ministro británico David Cameron prometió más derechos para ese territorio situado en el norte de Gran Bretaña.
Anunció que las negociaciones para una traspaso de más competencias entre Londres y Edimburgo comenzarán en noviembre. Para enero debería estar listo el proyecto de ley que fija las nuevas normas, anunció hoy Cameron en Downing Street.
A nivel internacional había gran expectación. El «sí» a la independencia hubiese tenido una gran repercusión en los mercados financieros, así como en la Unión Europea y la OTAN. «Espero que Reino Unido siga unido», había escrito en Twitter el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
En el referéndum celebrado el jueves, una mayoría del 55 por ciento se mostró a favor de que Escocia siga formando parte de Reino Unido, una unión que ya tiene 307 años de antigüedad. La decisión fue tomada con gran alivio en numerosas capitales europeas. El movimiento de «sí», que obtuvo el 45 por ciento de los votos, había alcanzado una gran repercusión en la Unión Europea.
Poco más dos millones de votantes (el 55%) votaron «no» a la independencia, mientras que más de 1,5 millones de escoceses se manifestaron a favor de la secesión.
La participación fue del 85 por ciento, la más alta registrada jamás en Escocia. Sin embargo, en los bastiones del «sí» fue inferior a la prevista. «El pueblo se ha pronunciado y el resultado está claro», dijo Cameron.
El premier defendió el hecho de que se hubiera celebrado la votación y aseguró que no se repetiría. «Ahora, el debate se ha zanjado durante una generación o, como dijo Alex Salmond, ‘tal vez para siempre’. Así que no habrá disputas», dijo. «Hemos escuchado la voluntad del pueblo escocés», añadió.
El Parlamento de Westminster se encargará de que «los compromisos se cumplan plenamente», aseguró en referencia a las promesas de mayor autonomía realizadas antes de la votación.
El gobierno británico anunció que llevará el debate del federalismo también a Inglaterra, que es con diferencia la mayor de las cuatro regiones que componen el Reino Unido. «De la misma manera que Escocia decide sobre sus impuestos y sus servicios sociales, Inglaterra podrá también decidir sobre estas cuestiones, al igual que Gales e Irlanda del Norte».
El partido opositor laborista propuso la creación de un parlamento regional para Inglaterra, la única que no tiene una representación local desligada del gobierno central.
Los conservadores están a favor, sin embargo, de una regulación extraordinaria para los diputados en Westminster para que los diputados escoceses no puedan decidir en la Cámara baja sobre leyes que afectan a Inglaterra. En la actual constelación, esta regulación supondría una considerable desventaja para el Partido Laborista, que suele ser fuerte en Escocia.
El ministro principal (jefe del gobierno regional), Alex Salmond, y su segunda Nicola Sturgeon reconocieron la derrota incluso antes de que se diera a conocer el resultado final de la votación. Tan sólo en cuatro de los 32 distritos electorales (tres en Glasgow y alrededores, así como en el bastión de Dundee) ganó la opción de la independencia.
Tras ver que la diferencia de votos era insalvable, Salmond dijo: «En nombre del gobierno de Escocia acepto el resultado y abogo por trabajar de forma constructiva» con el gobierno británico en Londres en las próximas etapas. Y agregó: «Gracias Escocia por los 1,6 millones de votos a favor de la independencia».
También intervino su rival en la campaña, el político laborista y ex ministro Alistair Darling, que se pronunció a favor de la transferencia de Londres a Edimburgo de más derechos autonómicos. No haber logrado la independencia no significa que no habrá cambios, aseguró Darling.
En Edimburgo y muchas otras ciudades de Escocia, los partidarios del «no» se congregaron para celebrar el resultado. Algunos estuvieron pegados a las pantallas de televisión durante toda la noche.
Los mercados reaccionaron de forma positiva al resultado del referéndum. Se ha «eliminado el factor de inseguridad» que durante las últimas semanas lo había cubierto todo, dijo un analista del DZ Bank. La cotización de la libra esterlina subió con respecto al euro y el dólar.