(dpa) – Terminado el único duelo televisivo entre los dos principales candidatos a conquistar el poder en Alemania en las elecciones del 24 de septiembre, los análisis de la prensa del país son unánimes: la canciller Angela Merkel se impuso sin esfuerzos a un socialdemócrata Martin Schulz que se afanó en no darse por vencido.
«Schulz sorprende, Merkel gana», resumió el semanario «Der Spiegel» sobre un debate que este domingo siguieron más de 16 millones de espectadores y que, pese a no ser considerado como crucial, tampoco carece de importancia en un momento en el que las encuestas señalan que la mitad de los electores todavía no ha decidido su voto.
«Schulz puntuó, Merkel venció», indicó por su parte el diario conservador «Frankfurter Allgemeine Zeitung» mientras que «Die Zeit Online» lamentó que ninguno de los dos aspirantes utilizase su intervención para presentar nuevas ideas para el país.
La ola migratoria que en 2015 llevó a acoger a unos 900.000 solicitantes de asilo y las tensas relaciones diplomáticas que Alemania mantiene con Turquía dominaron buena parte de un cara a cara en el que también se tocaron por encima otros asuntos como las pensiones, la seguridad interna o el escándalo de manipulación de los motores diésel.
En un momento en que las encuestas otorgan al Partido Socialdemócrata (SPD) un 23 por ciento de la intención de voto frente al 37 por ciento de los conservadores (CDU), poco pudo hacer un Schulz combativo que intentó hasta el final doblegar con sucesivos embistes a la canciller.
De todos ellos, la dirigente lograba salir airosa. Ni atacando los presuntos puntos flacos de Merkel, entre ellos su política de refugiados, logró acertar el tiro.
Pero, ¿cuál es entonces la estrella de Merkel? ¿por qué, haga lo que haga, siempre gana? Según «Der Spiegel», la mandataria, tras 12 años dirigiendo Alemania, tiene a su favor el «inmenso plus» que otorga estar en el poder, que le permite además gozar por adelantado de la confianza de los votantes.
«Si Schulz ataca a la canciller debe hacerlo con cautela, porque se puede interpretar como si fuese una especie de difamación contra una majestad. Bienvenido al reino de Angela I», agregó la revista.
«El candidato Martin Schulz es buen hombre pero con ser solo bueno uno no se convierte en canciller», apostilló por su parte el diario muniqués «Süddeutsche Zeitung».
El lenguaje utilizado o el formato del cara a cara son otros de los factores que los analistas que un día después del debate se pasean por los platós de las televisiones alemanas citan como decisivos a la hora de inclinar la balanza a favor de Merkel.
«Las respuestas de Schulz, con frecuencia, parecían ensayadas. Merkel fue además notablemente mejor que su contrincante al lanzar su mensaje final: se la veía superior, se dirigió directamente a los espectadores y aseguró que junto a ellos podría dirigir el futuro de Alemania», indicó la lingüista Elisabeth Wehling.
En el cuartel general del SPD en Berlín, la Willy-Brandt Haus, no obstante, se respira hoy tranquilidad, refiere la prensa alemana.
«Chapó, Martin Schulz, y adiós. El candidato del SPD estuvo mejor de lo que se esperaba, revelan los primeros sondeos realizados tras el debate», destacó el periódico conservador «Die Welt».
Los socialdemócratas respiran satisfechos porque entienden que Schulz ha puesto de manifiesto ante los votantes que existe una alternativa real.
«Si las cosas van bien, Schulz todavía puede recortar distancias con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel. Pero está avisado. Eso fue lo que pasó en los anteriores duelos televisivos en los que Merkel se midió a otros candidatos socialdemócratas y el día de las elecciones, de eso, ya no quedaba ni rastro», concluye «Der Spiegel».
Por María Prieto