Raquel y José Luis son novios, viven Granada y comparten tres pasiones: el rock, las películas de Álex de la Iglesia y comer sin control. La obesidad que padecen desde niños y una malformación congénita en los pies les han hecho crecer sin hábitos deportivos. Se han convertido en dos jóvenes sedentarios que, obsesionados con la comida, no paran de engordar. Son conscientes del riesgo que corren y han decidido confiar su salud al ‘Doctor Romero’.
José Luis es un chico tranquilo y tímido cuyo cuerpo siempre le ha acomplejado. Padece obesidad desde la infancia, pero fue a los catorce años cuando engordó de forma preocupante. A los veinticinco le diagnosticaron hipotiroidismo y desde entonces tiene que medicarse.
Su pareja, Raquel, ha tenido sobrepeso y problemas con la alimentación desde niña, y tuvo que acudir al especialista para tratar su sobrepeso.
Ninguno de los dos podía jugar como la mayoría de los niños debido a la malformación en un pie con la que ambos nacieron. Una limitación que les ha llevado a crecer sin practicar ejercicio y a convertirse en dos adultos sedentarios. Él es técnico en atención sanitaria; su trabajo le obliga a sostener a los mayores sobrecargando su propio peso, algo que le ocasiona serios problemas de espalda. Ella estudia auxiliar de enfermería y se pasa las horas sentada entre libros.
Ambos aseguran que no tienen tiempo para cocinar y que por eso abusan de la comida rápida.
Sus malos hábitos comienzan al hacer la compra. En su cesta entran dulces, pizzas, toda clase de grasas, frito, hamburguesa y precocinada. Al llegar a casa se sientan en el sofá para comerlo todo mientras ven películas.
El doctor Romero y su equipo están dispuestos a acabar con el sedentarismo y la mala alimentación de Raquel y José Luis. Para lograrlo, tendrán que seguir una dieta personalizada, hacer ejercicio dirigidos por la preparadora física Paula Butragueño, y destapar sus emociones con la ayuda de la psicóloga Isabel Oñoro.