(dpa) – A menos de un mes para la celebración el próximo 24 de septiembre de las elecciones generales en Alemania, la canciller Angela Merkel se prepara para una semana intensa en la que, además de mítines por toda la geografía del país, debe afrontar dos citas clave que son examinadas con lupa por los votantes.
La mandataria, que opta a encadenar un cuarto mandato consecutivo, dará este martes en Berlín su tradicional rueda de prensa de verano en la que se someterá previsiblemente durante más de una hora a las preguntas de periodistas tanto alemanes como extranjeros.
En esta comparecencia, que tradicionalmente solía convocarse antes de las vacaciones estivales, Merkel contestará a un amplio abanico de temas, que incluyen desde asuntos de actualidad y política nacional a otros del ámbito internacional.
Dada su gran proyección a escala global -que recientemente le ha servido para ganarse el sobrenombre de la «última baluarte del mundo libre» tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos- es más que previsible que durante la rueda de prensa, al igual que pasó en años anteriores, salgan a colación preguntas sobre el papel de Rusia en el orden mundial, la situación de Turquía o, incluso, sobre el deseo de independencia de los nacionalistas de Cataluña.
La segunda de las citas importantes que le depara a Merkel la próxima semana tendrá lugar el domingo, día en el que se celebrará el único debate televisivo en el que la canciller se medirá con su principal rival en las legislativas, el líder del Partido Socialdemócrata (SPD) y ex presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz.
Hace cuatro años más de 17 millones de personas siguieron el duelo verbal entre Merkel y el entonces candidato socialdemócrata Peer Steinbrück.
No se espera ningún anuncio espectacular, sino más bien ver cómo se defienden a nivel de argumentos los dos aspirantes a ocupar la cancillería los próximos cuatro años.