(dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, celebró el domingo la decisión de España de poner en libertad condicional al escritor germano Dogan Akhanli, detenido el sábado en Granada a pedido de Turquía.
«Estoy muy contenta de que España de momento lo haya dejado libre», dijo la jefa de gobierno en un programa televisivo de la cadena RTL en el que respondió a preguntas de ciudadanos germanos de cara a los comicios del 24 de septiembre.
Merkel dijo que su Gobierno está en contacto con el de España. «Yo también podría llamar en cualquier momento al presidente del gobierno (español, Mariano Rajoy)», se ofreció Merkel.
Dogan Akhanli fue arrestado el sábado durante unas vacaciones en Granada por la Policía española y trasladado a Madrid. El domingo fue puesto en libertad pero no podrá ausentarse hasta tanto la Justicia española se haya expedido sobre el pedido de extradición y debe reportarse cada semana a las autoridades españolas.
Su detención se efectuó en virtud de una llamada notificación roja de Interpol, por la cual un Estado puede solicitar a otro el arresto de una persona con miras a su extradición.
Akhanli, que sólo posee la ciudadanía alemana, es buscado por un presunto robo con homicidio en 1989 por el cual estuvo detenido temporalmente en 2010 en Estambul. En 2011 fue sobreseído pero posteriormente fue revocado este fallo.
El abogado del escritor, Ilias Uyar, dijo que está convencido de que se trata de una detención por motivos políticos. Akhanli estuvo preso dos años durante la dictadura militar en Turquía y huyó del país en 1991. El escritor, nacido en 1957, denunció en sus obras la persecución de los armenios en Turquía.
«Desde mi punto de vista esto es inaceptable», criticó Merkel la actuación de Ankara. No se puede manipular a organizaciones internacionales como Interpol «por algo así», sostuvo.
El ministro del Exterior alemán, Sigmar Gabriel, telefoneó personalmente a su par español, Alfonso Dastis, para solicitar que Akhanli no fuese extraditado y que Alemania pudiese participar en los procedimientos legales.
La persecución de Ankara a Akhanli supone una nueva escalada en el conflicto que enfrenta desde hace tiempo a Alemania y Turquía. Desde el fallido golpe de Estado de julio de 2016, Turquía ha encarcelado a nueve ciudadanos alemanes a los que acusa de apoyar al terrorismo.
La tensión subió los últimos días al recomendar el presidente Erdogan a los inmigrantes turcos de Alemania que no voten en los comicios generales del 24 de septiembre a los democristianos de Merkel ni a los socialdemócratas o los Verdes, a los que llamó «enemigos de Turquía».