La consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, ha presentado hoy en Llanes el nuevo sello de calidad que ampara el pescado de la flota artesanal asturiana. El proyecto, impulsado por la Federación de Cofradías del Principado de Asturias y en el que ha colaborado la Dirección General de Pesca Marítima con una financiación de 88.000 euros, comienza inicialmente en las rulas de Bustio, Llanes y Ribadesella, pero la consejera confía en que se extienda al resto. “Hemos colaborado en esta iniciativa porque creemos que es un elemento sustantivo para la comercialización y aspiramos a que se implante en todas las cofradías de la comunidad autónoma”, ha asegurado.
La Marca Colectiva Pescado de Rula con Artes Sanos es el signo distintivo que certifica tanto la calidad como el origen de los pescados y mariscos descargados en las rulas asturianas por embarcaciones de pesca artesanal, asociadas a las cofradías adscritas a la marca. El producto es autorizado y controlado por la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias como titular del sello.
Para María Jesús Álvarez, el sector pesquero tiene muchas oportunidades, a pesar de los problemas que le afectan, y por ello debe “hacer valer el producto en el mercado, identificándolo y destacando su calidad por el uso de artes selectivas, porque forma parte de la pesquería de nuestra flota artesanal y es fresco”.
La consejera ha afirmado que la marca de calidad es “una apuesta a medio plazo por el futuro, que requiere de autoexigencia por parte de los pescadores, algo a lo que está dispuesta la Federación de Cofradías del Principado”.
El pescado y el marisco que se acojan a esta marca deben ser descargados vivos, capturados por embarcaciones asociadas a las cofradías, envasados en fresco, etiquetados de forma individual y subastados en las rulas asturianas, además de cumplir el reglamento creado para el sello y por el resto de la legislación vigente en cada momento. También tienen que haber sido capturados en las zonas de pesca que comprende las aguas interiores y exteriores del Cantábrico noroeste, un límite que sólo se ampliará en el caso de pescado azul y especies altamente migratorias como el bonito.
En cuanto a los barcos, deberán tener su puerto base en Asturias, ser socios de alguna de las cofradías de pescadores adscritas a la marca y estar inscritos en el registro de la misma. Además, tendrán que reunir unas condiciones higiénicas y sanitarias que garanticen la calidad de los productos que pescan.