El viceconsejero de Cultura y Deporte, Vicente Domínguez, acompañado por la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, y el restaurador Jesús Puras, ha presentado hoy la nueva imagen de la figura pictórica de El Entronizado tras las obras de restauración de una de las joyas artísticas que alberga la iglesia prerrománica de San Miguel de Liño.
Los trabajos de consolidación del panel donde se encuentra la escena han sido ejecutados, tal y como estaba previsto, en apenas dos meses y han supuesto una inversión de 16.214 euros. Cultura ha destinado en total 59.227 euros al proceso completo de restauración de la figura pictórica (estudios previos, informes técnicos, monitorización del interior del templo, etcétera), que ha finalizado ahora con la actuación realizada por Jesús Puras.
Durante el acto de presentación, Vicente Domínguez ha recordado que las inversiones del Gobierno de Asturias para la conservación y el mantenimiento del prerrománico asturiano “han sido cuantiosas y continuas en los últimos años”. “El estado de los edificios es bueno, y por ello ha sido posible acometer con garantías esta intervención en San Miguel de Liño”, ha precisado.
La figura de El Entronizado es, junto con la de El Músico, uno de los mayores atractivos del templo prerrománico. De interpretación difícil, por su estado fragmentario y su situación de aislamiento, al haberse perdido el resto de las composiciones que la rodeaban, su valor es, sin embargo, muy grande por su excepcional carácter y su naturaleza de testimonio de una iconografía perdida.
Un largo y complicado proceso
El proceso de actuación sobre el panel de la figura de El Entronizado, encargado a finales del pasado año por la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha sido laborioso y complejo. A modo de resumen, en la restauración de la pintura se han seguido los siguientes pasos técnicos :
◦Estudios previos al tratamiento, que han consistido en la recogida de muestras, analítica, documentación fotográfica, registros espectrales y la recopilación de datos con mediciones contextuales e intrínsecas del mural para discriminar los materiales y determinar el estado de conservación.
◦Limpieza mecánica y química de la pintura, imprescindible para su fijación. De esta forma, se ha podido estabilizar el mural de una forma óptima.
◦Fijación del estrato pictórico y consolidación de interestratos y adhesión al parámetro de mampostería (el 70% del sustrato se encontraba en proceso de desprendimiento), para lo que se ha necesitado inyectar material consolidante.
◦Eliminación de los revoques yuxtapuestos de yeso, y los velos y eflorescencias salinas del mural.
◦Recuperación cromática de la representación, distorsionada tras las costras calcáreas y los velos de yeso que contribuían a la disgregación del aglutinante pictórico.
◦Descubrimiento de la superficie pictórica oculta, por desencalado y limpieza, recuperando así tonalidades, detalles y rasgos desconocidos que complementan la lectura de la obra.
La segunda actuación realizada ha sido la renovación de las mallas de todos los vanos del templo, nueve en total entre aspilleras y ventanas con celosías, en las que había que actuar para evitar el acceso de aves y murciélagos. Esta medida preventiva permite proteger correctamente el interior de la iglesia hasta que se lleve a cabo la disposición de los cierres de los huecos de forma definitiva, con lo que se controlará la entrada de luz y la ventilación del edificio.
