(dpa) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que los combates contra la milicia Estado Islámico (EI) no se convertirán en una nueva guerra sobre el terreno en Irak.
Mientras, el secretario de Estado John Kerry desestimó comparaciones entre los actuales esfuerzos militares contra el EI y pasadas acciones de su país en Irak.
«Como vuestro comandante en jefe, no les comprometeré a ustedes y al resto de nuestras Fuerzas Armadas a luchar otra guerra sobre el terreno en Irak», dijo Obama en la base de la Fuerza Aérea MacDill en Florida, tras reunirse con los líderes del Comando Central estadounidense en Tampa, responsable entre otros de Irak y Siria.
«No podemos tomar el lugar de los países árabes asegurando su propia región», dijo Obama, quien señaló que Estados Unidos usará la fuerza aérea y asistirá a las tropas locales, a la vez que liderará la coalición internacional contra EI.
Asimismo, lanzó una advertencia al EI: «Nuestro alcance es grande, al final los encontraremos».
En tanto, en declaraciones ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Kerry dijo que «esta no es la Guerra del Golfo en 1991. No es la guerra de Irak en 2003».
Kerry afirmó que la coalición internacional impulsada por Estados Unidos para combatir a EI sigue creciendo, con 50 naciones que prometieron involucrarse. Ahora los esfuerzos se dirigen a ver qué puede aportar cada país, indicó el jefe de la diplomacia estadounidense. «Estados Unidos no irá solo», sostuvo.
Más detalles sobre la coalición serán hechos públicos durante la Asamblea General de las Naciones Unidas esta semana y la próxima, mientras toman la palabra los diferentes países, añadió Kerry.
Actualmente hay 1.500 soldados estadounidenses estacionados en Irak. De ellos, alrededor de la mitad están a cargo de la seguridad de delegaciones diplomáticas en Bagdad.
En tanto, Obama recibió el apoyo de la Cámara de Representantes estadounidense a su solicitud de autorizar el entrenamiento de rebeldes moderados sirios en la lucha contra el EI.
La medida fue aprobada por 273 votos a favor y 156 en contra y se espera que mañana jueves sea respaldada por el Senado. La resolución autoriza al Ejército de Estados Unidos a entrenar y equipar a rebeldes moderados sirios hasta mediados de diciembre. El entrenamiento está previsto que se realice en Arabia Saudí.
Mientras, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, rechazó los rumores de una posible infiltración de yihadistas del EI en su país a través de la frontera con México.
«No tenemos ninguna información específica obtenida por los servicios de inteligencia o evidencias que sugieran que en estos momentos el Estado Islámico esté intentando infiltrarse en este país a través la frontera sur», dijo Johnson durante su comparecencia en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Aunque de momento no hay evidencias de una infiltración del Estado Islámico a través de la frontera entre México y Estados Undios, Johnson señaló que «hay que ser vigilantes».
Por otro lado, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, negó que su país esté apoyando a los grupos extremistas islámicos en Siria y criticó duramente las informaciones que sugieren que Ankara está mirando a otra parte mientras los yihadistas reclutan miembros en su territorio.
Varios medios estadounidenses, entre ellos «The New York Times» y «Newsweek», han publicado informaciones en las que señalan que el EI se apoya en el flujo de reclutas que llega de Turquía, que comparte una porosa frontera con Siria.
«Turquía», dijo Erdogan, «está en contra todo terrorismo y toda organización terrorista. Jamás hemos aceptado el término ‘terrorismo islámico’ y nunca lo aceptaremos», dijo durante un discurso ante un sindicato que fue retransmitido por televisión.
El EI cuenta con miles de combatientes extranjeros en Siria e Irak y entre ellos también figuran muchos provenientes de Europa y otros países árabes. Cálculos recientes de Estados Unidos señalan que la milicia contaría con 30.000 integrantes.
Turquía se ha sumado a la coalición contra los islamistas radicales que se formó en la última cumbre de la OTAN en Gales. No obstante, funcionarios turcos indican que el país no participará directamente en las operaciones militares contra el grupo extremista sunita, lo que ha puesto en duda el verdadero alcance del compromiso de Ankara.
Estado Islámico tiene en su poder a 49 turcos en Irak, entre ellos varias figuras diplomáticas destacadas. Ahora crece el temor por su seguridad, especialmente tras las recientes ejecuciones de rehenes británicos y estadounidenses.
En tanto, sobre el terreno, el Parlamento iraquí en Bagdad autorizó hoy los ataques aéreos extranjeros contra EI en su territorio.
El presidente del Parlamento, Salim al Yaburi, pidió que los ataques fuesen precisos, para no causar víctimas civiles ni daños en las infraestructuras. Y destacó además el papel importante que desempeñan los clanes en la lucha contra EI.