Dicen que la igualdad de género es una realidad, pero la verdad es que queda mucho trabajo por hacer. La mujer ocupa un segundo plano en un mundo de hombres. Comentarios, piropos inoportunos, obligaciones, desprecios y asesinatos. Una grave situación que no todos vemos pero que empeora en las zonas más pobres, como en América Latina.
Lo llaman diferencias genéticas, pero lo cierto es que la sociedad nos ha metido algunas ideas en la cabeza, y uno de los lugares donde más problemas existen en la sociedad con respecto a las mujeres es en América Latina. Problemas que llevan a que una de cada cinco mujeres sea víctima de maltrato físico, algo tan alarmante como habitual.
Un problema que termina en asesinato en muchas ocasiones, y en las demás acaba en golpes, golpes contra la integridad física y moral de un colectivo que lleva años luchando por tener los mismos derechos que los hombres, por no ser tratados como objetos. Y mientras unas luchan, otras aguantas los golpes. Y al resto nos parece que exageran. Condenamos la violencia pero no nos damos cuenta que apoyamos situaciones que llevan a ella. En lugares como http://www.latinwomen.org se intenta tomar conciencia para terminar con esta situación.
Latinwomen, la importancia de tomar conciencia
Una de las cuestiones principales para que esta situación cambie es que aprendamos a dar un sitio a las mujeres donde se merecen, ni más ni menos. Relacionamos la ignorancia con la pobreza, pero lo cierto es que muchas personas influyentes todavía hoy condenan el feminismo, entendiendo que es lo contrario al machismo, y ni si quiera se han molestado en buscar la definición o leer algo acerca de un movimiento que defiende la igualdad de géneros, y no la supremacía de ninguno de ellos.
Porque cuanta más gente sea consciente de que ciertas actitudes perjudican a las mujeres, mejor será nuestra sociedad. En América Latina la situación es realmente deplorable, y es que el acoso en la calle, la violencia de género, el abuso laboral, la falta de elección en aspectos como el aborto… son todo producto de una sociedad que mira con desprecio a las mujeres, y esa mirada peyorativa lleva en su máximo exponente al feminicio, una realidad en esta zona.
Aunque queda un largo camino y unas bases de una sociedad no se cambian así como así, hay que empezar ya a tomar conciencia y a ayudar a que la mujer tenga las mismas oportunidades y derechos que los hombres.