Unas 244.000 personas de quince o más años continúan fumando diariamente en el Principado, de acuerdo con los datos de la III Encuesta de Salud para Asturias. El estudio refleja, no obstante, que el porcentaje de fumadores habituales, que se sitúa en el 25,4%, es tres puntos inferior al de 2002, cuando un 28,5% de los encuestados se declaraba fumador habitual. Por sexo, fuman más los hombres que las mujeres en todos los grupos de edad, excepto en el de los más jóvenes, donde las mujeres se sitúan siete puntos por encima.
La prevalencia del tabaquismo mantiene niveles elevados y bastante parecidos en todos los grupos de edad hasta los 65 años, momento en el que se inicia un brusco descenso. De hecho, a partir de ahí sólo se declara fumador el 8,5% de la población.
La mayor proporción de fumadores se encuentra en las franjas de edad de 15 a 29 años, seguida del grupo de 30 a 44 y del de 45 a 64. Resulta igualmente relevante que el 70% de las personas mayores de 64 años asegura no haber fumado nunca.
El hábito tabáquico presenta diferencias significativas atendiendo a otros factores como el nivel de estudios, el lugar de residencia o la clase social. Así, las personas que más fuman son las que tienen estudios medios (Secundaria y Formación Profesional). Además, la encuesta refleja que los residentes de la zona rural consumen por encima de la media de Asturias, al igual que los de clase social media.
El consumo por zonas sanitarias difiere entre las áreas de Langreo y Arriondas, que declaran los mayores porcentajes de consumo de tabaco, bastante por encima de la media asturiana, y las de Jarrio y Cangas del Narcea, muy por debajo.
Comparando los datos obtenidos en la última encuesta con los de 2002 y 2008, se observa que en la última década ha disminuido la proporción de fumadores en Asturias. Así, la prevalencia total, que incluye consumo diario y no diario, descendió del 32,5% de 2002 al 30,4% en 2008 y al 29,1% actual. También el indicador de fumadores diarios disminuyó de un 28,5% en 2002 a un 27,8% en 2008 y al 25,4% de la actualidad.
Si se analiza la prevalencia total asturiana en relación con la media de España, extraída de la última Encuesta Nacional de Salud (ENSE2011), se comprueba que el Principado se sitúa dos puntos por encima, con un 29,1%, frente al 27,1% nacional.
Sanidad recuerda que el tabaco incrementa en un 70% el riesgo de morir prematuramente por diversas enfermedades derivadas del consumo. Este mayor riesgo es directamente proporcional al tiempo que se lleva fumando, a la cantidad de cigarrillos que se consumen a diario, a la profundidad de la inhalación del humo y al contenido en nicotina y alquitrán de la marca elegida.
Por otra parte, se ha demostrado que los fumadores pasivos, que no fuman pero respiran el aire contaminado por el tabaco, también corren riesgos. Inhalar el aire contaminado por el humo incrementa el riesgo de padecer las mismas enfermedades de corazón y pulmón que los fumadores. Si, además, se padecen problemas alérgicos, asmáticos o cardiovasculares, la sintomatología puede agravarse. Los riesgos son especialmente significativos en el caso de las mujeres embarazadas y los niños.