(EUROPA PRESS) Los grupos conservacionistas han pedido explicaciones al Parque Nacional de Picos de Europa que, a través de su actual Director, Mariano Torre Antón, aprobó este octubre, una resolución por la que se autorizan controles de población de lobos en el interior del espacio protegido. Estos controles reducirán en tres ejemplares la población de lobos en la zona cántabra del Parque (Tresviso, Cillorigo de Liébana y Camaleño) y en la asturiana del ayuntamiento de Cabrales.
A los colectivos ecologistas les ha sorprendido este nuevo control en Picos donde no se han desarrollado controles de población en los dos últimos años. Según un comunicado de prensa de los grupos conservacionistas, «los propios ganaderos reconocen que los daños se han reducido significativamente».
Esta autorización de control poblacional del lobo tiene como objetivos la «reducción del exceso actual de ejemplares, la prevención y reducción de los daños a la ganadería, y evitación de la expansión de la especie a zonas declaradas como exentas de la misma en base a la normativa de aplicación», para lo que dice haberse basado en una serie de datos e informes técnicos, explica Alberto Fernández, vocal de los colectivos conservacionistas en el comité consultivo de la gestión del lobo en Asturias.
Los grupos conservacionistas han afirmado que «dado que ni los datos ni los informes aparecen en la autorización, han solicitado a la Dirección del Parque Nacional que los aporte, de forma que se pueda valorar si la autorización está suficientemente argumentada y motivada».
A su vez, la Dirección del Parque Nacional justifica la autorización de los controles ante las «importantes repercusiones» que los daños han supuesto a la ganadería en las zonas en las que se van a efectuar los controles. Para el colectivo sin embargo, la autorización no aporta dato alguno que permitan valorar el calibre de dichas repercusiones, por lo que los grupos conservacionistas han solicitado información sobre: la cuantía económica de los daños, el porcentaje de cabezas afectadas, el número de ganaderos afectados, el porcentaje de afectados en la zona y los efectos en su renta. Además, han pedido datos sobre los subsidios a la ganadería recibidos por los afectados y el porcentaje que estos representan en su renta.
Por último, el grupo conservacionista afirma que «la autorización contempla realizar controles mediante el uso de cebaderos y elementos de visión nocturna o de iluminación (métodos de captura prohibidos por ley), e incluso el uso de batidas».
Además, el colectivo explica que «se contempla la posibilidad de emplear en los controles a locales no vinculado a la administración, y por tanto sin competencias ni capacidades jurídicas y profesionales contrastables para realizar operaciones de controles de población de animales salvajes».
Estas razones, según los grupos conservacionistas, los han llevado a solicitar a la Dirección del Parque Nacional los fundamentos legales en los que se ha apoyado para autorizar tanto los métodos, como al personal que participará en los controles.