La incidencia de la gripe baja en Asturias por tercera semana consecutiva y lo hace en todos los grupos de edad. La onda epidémica estacional ha descendido hasta los 127,3 casos por 100.000 habitantes y, aunque la actividad epidémica se mantiene, el nivel de actividad es bajo.
Estos datos revelan que la enfermedad continúa en la fase de caída que se inició en la primera semana del año, junto con un descenso importante de aislamientos virales, lo que confirma el declive de la circulación de los virus de esta temporada. Se espera que esta disminución se prolongue durante las próximas semanas, de manera que se vuelva a niveles basales a mediados de febrero. No obstante, las autoridades sanitarias advierten de que esto es solo una previsión, dado el carácter poco predecible de la gripe.
En el conjunto del país, la difusión de la enfermedad es ya epidémica en todas las comunidades, a excepción de Canarias. La tasa global de incidencia en la segunda semana del año aumenta a 222,4 casos por 100.000 habitantes.
Desde el inicio de la temporada se han notificado en total 1.156 casos graves hospitalizados procedentes de todas las autonomías, de los cuales el 51% eran hombres.
En los adultos, los factores de riesgo más prevalentes son las enfermedades cardiovascular crónica (46%) y pulmonar crónica (32%), y la diabetes (33%), mientras que en los menores de quince años son las enfermedades pulmonar crónica (8%) y cardiovascular crónica (7%). El 72% de los pacientes desarrolló neumonía y 247 casos ingresaron en la UCI (22% de los que tenían información sobre este aspecto). De los 997 pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 50% no la había recibido esta temporada.
En Asturias, la vigilancia de la gripe se realiza de forma centinela únicamente en residentes en el área sanitaria IV, ingresados en su hospital de referencia: el HUCA.
Hasta esta semana, se han notificado 85 casos graves, con una tasa de 27,7 por 100.000 habitantes. De ellos, el 28% requirió ingreso en la UCI y hay 14 fallecidos. Se mantiene una ligera predominancia de varones (54%) y una mayor afectación de las personas de edad avanzada, con el 74% de los casos a partir de los 65 años (81% con 50 o más).
El 79% de los afectados presentaba algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares (46%), metabólicas (43%) y pulmonares (31%) y el 51% de los que tenían factores de riesgo no había sido vacunado. Los fallecidos tenían entre 50 y 91 años y todos presentaban factores de riesgo, principalmente cardiovasculares o metabólicos e inmunosupresión. Además, el 50% no estaba vacunado.
Sanidad recuerda que la gripe es generalmente una enfermedad benigna de alta incidencia que produce síntomas respiratorios. Está causada por un virus y se contagia muy fácilmente. Se transmite de persona a persona al hablar, toser o estornudar y por gotitas de saliva o secreciones nasales.
Los buenos hábitos ayudan a disminuir la transmisión del virus y constituyen la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, para lo que se recomienda:
- Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
- Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
- Lavarse a menudo las manos con agua y jabón
- Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
- Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores…