Junto a las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la industria y el transporte, el aire de la atmósfera también se contamina por la quema de combustibles sólidos en los hogares. Países como India, Guinea, China, Filipinas y Rumania, entre muchos más, siguen cocinando al fuego de leña o carbón, lo que empeora la calidad del aire interior y exterior, así como la salud humana.
Aunque hasta ahora no se habían realizado estudios sobre los beneficios que tendría reemplazar este sistema, un equipo de científicos liderado por la Universidad de Colorado (EE UU) ha analizado los efectos de las emisiones de estas cocinas a lo largo del siglo XXI.
Los resultados, publicados en la revista PNAS, demuestran que la sustitución por fases y en 20 años de este tipo de cocción no solo mejoraría el clima, sino también la mortalidad humana antes de 2100 en 101 países que usan normalmente estas cocinas.
«En China, India y Bangladesh, la eliminación de estas cocinas contribuiría a evitar 198.000 de los 204.000 fallecimientos anuales previstos para 2050»
“Hemos combinado los modelos atmosféricos, la detección remota, y el análisis de sensibilidad para evaluar individualmente las consecuencias de una eliminación gradual a 20 años de las emisiones de estas cocinas en cada país donde más del 5% de la población usa combustibles sólidos para cocinar”, aseguran los autores en el trabajo.
Reducción de temperaturas y muertes
Según los científicos, la reducción de las emisiones de esta combustión en los hogares de China, India y Etiopía podría tener un efecto mayor en las temperaturas globales de la superficie para 2050 que la disminución de la cocción en otros países.
“Además, en China, India y Bangladesh, la eliminación de estas cocinas contribuiría a la mayor reducción de muertes prematuras debido a la contaminación del aire, evitando 198.000 de los 204.000 fallecimientos anuales previstos para 2050”, recalca el estudio.
Por otra parte, muchos países como Azerbaiyán, Ucrania y Kazakstán –muchas veces subestimados en el uso de estas cocinas– cuentan con el mayor efecto para el clima, probablemente debido al transporte del carbón al Ártico o por la nieve, por lo que la eliminación de la cocción sería más beneficiosa para ellos.
El estudio indica por tanto que la disminución global de las emisiones reduciría ligeramente las temperaturas y evitaría las muertes prematuras de unos 22,5 millones de personas entre 2000 y 2100 gracias a la mejora de la calidad del aire. Para los investigadores, estos hallazgos permitirán ayudar a evaluar los impactos en el clima y en la salud del uso actual y futuro de estas cocinas.
SINC