Uno de cada cuatro consumidores compara y busca ofertas para ahorrar. No hay día sin descuento ni tienda sin promoción. El bombardeo es constante desde que liberalizaron las rebajas en 2012: desaparecieron las normas y los periodos fijos para las promociones. La mentalidad del consumidor ha cambiado. Ha nacido un nuevo tipo de cliente: “el promocionero”. Un especialista en compras que dedica mucho tiempo a buscar promociones y que vive pendiente de las bajadas de precios. Esta semana ‘Comando actualidad’ acompaña a ‘Locos por los descuentos’.
Antes de agarrar el carro, Amparo y José imprimen cientos de cupones, los clasifican por categorías: alimentación, limpieza, calzado, ropa,… y los guardan en su carpeta de los descuentos. Su manera de comprar es una verdadera obra de ingeniería. Recorren media docena de supermercados para encontrar el mejor precio y saben cómo y cuándo cambian los productos de las estanterías de la mayor parte de las tiendas de Valencia. Ella es teleoperadora y su marido, pensionista. Estiran el sueldo a base de cupones, y con las promociones consiguen que la cesta de la compra les cueste hasta un 65% menos.
El día en el que Ángel rebaja el IVA a sus electrodomésticos ya rebajados, las lavadoras vuelan. Aplica la filosofía de Juan Palomo: si él mismo puede transportar un frigorífico, lo hace; si tiene tiempo para buzonear sus ofertas, no paga a otra empresa para distribuya su publicidad. Así ahorra costes. Para colgar el cartel de “rebajado” a sus lavadoras, neveras, tostadoras o aparatos de aire acondicionado, compra a bajo precio el sobrante de las grandes marcas. Vende la mitad de lo que vendía hace cuatro años pero el negocio no para de crecer.
El día de su cumpleaños Marta recibió un regalo inesperado: una experta en moda que le dice cómo tiene que vestirse, peinarse o calzarse para sacar el mejor partido a su imagen. Cada vez que sale de compras con Ana, su asistente personal, le paga entre 70 u 80 euros, solo por los consejos; si el servicio es integral, el importe supera los 300 euros. La búsqueda incesante de chollos y la falta de tiempo han creado un nuevo nicho de mercado para asesores de imagen. Entrar en este mundo cuesta un máster y 700 euros.
Javier es uno de los casi cinco millones de españoles que se ha apuntado al gimnasio al comenzar el año, aprovechando los descuentos que ofrece el dueño de un gimnasio de barrio que se resiste a desaparecer. Es su manera de luchar contra los bajos precios de las grandes cadenas y las franquicias. No todo el comercio es capaz de sobrevivir a la avalancha de ofertas.
Joe es encargada de una tienda de moda desde hace doce años. Hoy cuelga en el escaparate el cartel de “liquidación por cierre”. Es una de los 900 trabajadores de Blanco que empieza el año en el paro. La cadena española de ropa echa el cierre a todas las tiendas que tenía en España. Lo que consigan vendiendo la ropa rebajada servirá para pagar alguna de las nóminas.