¿Preocupado por tu próxima cita? Quedar con alguien siempre debe ser algo divertido y agradable, pero a veces nos ponemos tanta presión, que lo convertimos en un verdadero examen en el que nosotros mismos somos el examinador más duro. Evita estos errores en tu próxima cita y verás cómo no solo te lo pasas mucho mejor, sino que también lo hará tu acompañante.
1. Lleva ropa cómoda
Es cierto que la primera impresión es importante, y por eso no se trata de que lleves el chándal de estar en casa, pero tampoco debes permitir que una ropa demasiado incómoda arruine tu primera cita. ?Ropa excesivamente ajustada, unos zapatos incómodos (también aplicable para ellos), ropa que aunque es bonita y te encanta, te provoca incomodidad, no deben ser una opción. Ten en cuenta que en una primera cita los nervios serán mayores, si a eso le añades una camiseta de fibra que enseguida empieza a oler mal o unos zapatos que te hacen daño, no podrás centrarte en el objetivo de tu cita, que no es otro sino conocer a la otra persona. Viste con corrección, pero sin pasarte.
2. No aparentes lo que no eres
A largo plazo las mentiras son insostenibles y, lo más importante, una falta de respeto hacia la otra persona. Si no quieres dar explicaciones sobre algo, dilo claramente. Es mejor que inventar una historia que no vas a recordar pasados unos días cuando vuelva a surgir el tema. Mentir nos genera mucha tensión y estrés extra.
3. No tengas miedo a rechazar un plan que no te convence
Hoy en día, cada vez es más común encontrarse con nuevas personas a través de webs como Flirt citas, lo que significa que tienes la oportunidad de conocer gente muy distinta. Habrá personas que tengan aficiones que no vayan contigo. Si nunca vas a la naturaleza, un plan que contenga un deporte de aventura puede no ser lo mejor.
Si por miedo a rechazar un plan, acabas haciéndolo, puede que también le estropees el día a tu acompañante cuando, llegado el momento de la verdad, no seas capaz de involucrarte suficientemente en la actividad.
Lo ideal es elegir algo que podáis disfrutar los dos. Esto no quiere decir que siempre debas negarte a probar algo nuevo, pero puedes retrasarlo hasta que tengas suficiente confianza con la otra persona.
4. No te pases con el alcohol
Mucha gente opta por beber un poco para vencer a los nervios. El problema es que si bebes un poco antes de la cita y otro poco durante la cita, hay muchas posibilidades de que esos dos pocos se conviertan en un mucho. Por eso, es una práctica que no te recomendamos en absoluto. Piensa que todo lo que haces bebiendo alcohol lo puedes hacerlo sin beber, pero siendo mucho más consciente de lo que es adecuado y de lo que no.
5. No te preocupes en exceso por la impresión que causas
A no ser que conozcas a la otra persona muy bien, en cuyo caso no creemos que necesites leer este artículo, por lo general no sabrás qué tipo de persona le gusta a tu acompañante. Puede que tu personalidad sea perfecta, pero si estás continuamente preocupado por la impresión que vas a causar haciendo esto o lo otro, acabarás transmitiendo inseguridad. Un error muy común es preguntar a la otra persona cómo está yendo la cita hasta el momento. Haciéndolo solo demuestras inseguridad y que no eres capaz de evaluar una situación por ti mismo.
En resumen, si tener una cita te supone un estrés extra, hay dos cosas que debes tener en cuenta:
1) No puedes agradar a todo el mundo, asúmelo y no te autoevalúes todo el tiempo.
2) No añadas estrés innecesario con factores como ropa, planes arriesgados, etc. Tener iniciativa puede ayudarte a reducir el estrés dirigiendo la cita hacia situaciones en las que te encuentres bien. Además, piensa que lo que para ti son errores, para otros pueden no serlo, así que no tiene sentido que te preocupes por ellos. Muéstrate como eres y deja que la relación vaya evolucionando con normalidad. Forzar las cosas, no suele tener buenos resultados a largo plazo.
Tampoco caigas en el otro extremo. Un exceso de confianza puede llevarte a no prestar atención a la otra persona o no comportarte todo lo educadamente que deberías. Para evitarlo mantén el equilibrio adecuado entre naturalidad y educación.