Son muy pocas las vacunas que se pueden administrar a un recién nacido por una sencilla razón: su sistema inmunitario apenas es capaz de crear defensas cuando son tan pequeñitos y es mejor esperar a que sea un poco más mayor. Por esta razón, la mayoría de vacunas se ponen a partir de los 2 meses; vacunas como la hexavalente, la del neumococo o la del rotavirus y el meningococo B si se considera necesario.
El caso es que, al administrarse las vacunas a los 2 meses de vida del bebé, hay riesgo hasta entonces de que coja algunas enfermedades, como la tos ferina, y por eso hace un tiempo se inició una medida para proteger con la vacuna a la mamá durante el embarazo, y de rebote al bebé, al traspasar a través de la placenta las defensas de la madre. Ahora, esta opción se quiere volver a utilizar con una vacuna que se está investigando: la vacuna para la bronquiolitis.
El VRS o Virus Respiratorio Sincitial
Quizás lo hayáis oído nombrar en alguna ocasión, sobre todo si tenéis hijos y amigos con hijos, porque es un virus muy habitual en los recién nacidos y bebés pequeños; y porque es un virus que molesta bastante. Molesta tanto, que si lo habéis oído será porque algún bebé ha estado ingresado en el hospital por su culpa.
Y es que el VRS causa cerca del 60 al 80% de las infecciones respiratorias graves en bebés, y es también el principal causante de la bronquiolitis, una condición que requiere de ingreso normalmente, porque la sufren sobre todo los bebés pequeños, y que consiste en un estrechamiento de los bronquiolos, a causa de su inflamación y de aumentar el moco en la zona. Por si no lo sabéis, los bronquiolos son la parte final del sistema respiratorio, las vías respiratorias más finas que están justo antes de llegar a los alvéolos pulmonares.
Los síntomas son los evidentes al suceder tal evento: fiebre, pérdida de apetito, mucosidad, tos y sibilancias al ser auscultado. A nosotros los adultos, en cambio, el VRS nos produciría síntomas similares a los de un leve resfriado, así que debemos ser precavidos y no solo lavarnos las manos si vamos a coger al bebé, sino intentar no estar mucho con él si tenemos síntomas.
Dos vacunas para el VRS
Ya existe una vacuna para el VRS que se administra a los bebés y que se ha vistp efectiva, pero sólo se utiliza con una minoría de niños, porque se considera que están en mayor riesgo de padecerlo. Hablo de bebés con alguna enfermedad pulmonar crónica, con una cardiopatía, o prematuros por debajo de las 32 semanas, en algunos supuestos (de los que deberían informar los profesionales para administrarse o no).
Lo que el llamado «Consorcio Europeo VRS» tiene previsto hacer, tal y como leemos en Redacción Médica, es desarrollar dos vacunas más para tratar de disminuir el número de casos de infecciones respiratorias graves que suceden aún. Una de las vacunas será para administrar en los bebés y la otra para administrar en las mujeres embarazadas.
La más avanzada es la vacuna para embarazadas
De las dos vacunas que están en proyecto, la más avanzada es la que va dirigida a las embarazadas, que funcionará del mismo que la vacuna de la tos ferina: creando anticuerpos en la mujer que serán traspasados a los bebés para que nazcan con una cierta inmunidad. Y es que es en las primeras semanas y meses cuando los bebés tienen más riesgo de contagio por el VRS y, en consecuencia, más riesgo de bronquiolitis y de otras afecciones respiratorias.
La otra vacuna está todavía en la primera fase de desarrollo y es para los bebés, aunque una vez aparezca habrá que ver si pasará a formar parte de las vacunas subvencionadas o no, si sólo se utilizará en el entorno hospitalario o si se limitará, como la actual, la llamada Palivizumab, para casos concretos.
La noticia Investigan una nueva vacuna para las embarazadas que disminuya el riesgo de bronquiolitis en el bebé fue publicada en Bebés y más