La incidencia de la gripe ha descendido en las dos primeras semanas del año de forma consecutiva y, aunque se mantiene la actividad epidémica, el nivel de actividad es bajo. La tasa ha bajado hasta los 276,6 casos por 100.000 habitantes desde los 304,2 del último período analizado.
Además, la incidencia se reduce en todos los grupos de edad, salvo en el de las personas mayores de 64 años, en el que aumenta ligeramente.
La situación de retroceso en relación con la semana anterior, junto con un nuevo descenso leve de los aislamientos virales, parece demostrar que se está consolidando la fase de descenso de la onda epidémica estacional. Las autoridades sanitarias prevén que esta fase se mantenga a lo largo de 6 semanas, de manera que a principios de febrero se vuelva a niveles basales. No obstante, dado el carácter poco predecible de la gripe, la previsión está sujeta a posibles cambios.
La incidencia de gripe permanece por encima de su umbral basal en todo el país. Persiste un nivel de intensidad alto en Castilla y León y Navarra, medio en Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura, Madrid, La Rioja, País Vasco, Ceuta y Melilla, y bajo en el resto. La difusión es epidémica en todo el territorio vigilado, excepto en Andalucía, donde es local, esporádica en Ceuta, y nula en Canarias.
La tasa global de incidencia en la segunda semana del año aumenta a 220,5 casos por 100.000 habitantes.
En España se han notificado hasta ahora 837 casos graves hospitalizados en 17 comunidades autónomas. El mayor número se registra en el grupo de mayores de 64 años (75%) seguido del grupo de 45 a 64 años (17%). Más del 90% de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones.
Entre los adultos, los factores de riesgo más prevalentes son la enfermedad cardiovascular crónica (44%), la diabetes (33%) y la enfermedad pulmonar crónica (32%). En los menores de 15 años, la enfermedad cardiovascular crónica (9%) y la enfermedad pulmonar crónica (7%). El 73% de los pacientes desarrolló neumonía y 202 casos ingresaron en UCI. De los 741 pacientes pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 54% no había recibido la vacuna antigripal. Desde el inicio de la temporada 2016-17 se han notificado 103 defunciones en 14 comunidades, el 52% mujeres.
En Asturias, la vigilancia de casos graves hospitalizados se realiza de forma centinela únicamente en residentes en el área sanitaria IV ingresados en el HUCA. Hasta la segunda semana del año se notificaron 58 casos graves, con una tasa de 17,5 por 100.000 habitantes. De ellos, el 33% requirió ingreso en la UCI (19) y hubo 9 fallecidos (16%). Se mantiene una ligera predominancia de varones (57%) y una mayor afectación de personas de edad avanzada, con un 74% de los casos a partir de los 65 años (83% con 50 o más).
El 78% de los casos presentaba algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares (45%), metabólicas (40%) y pulmonares (31%). El 56% de los casos con factores de riesgo no habían sido vacunados. Los fallecidos tenían entre 50 y 84 años de edad, todos presentaban factores de riesgo, principalmente cardiovasculares, metabólicos e inmunosupresión, y el 55% no estaba vacunado.
La vacunación es la mejor medida para evitar las complicaciones de la gripe, previene la mortalidad por esta causa y aún puede realizarse en todos los centros de salud del Principado.
Sanidad recuerda que la gripe es generalmente una enfermedad benigna de alta incidencia que produce fundamentalmente síntomas respiratorios. Está causada por un virus y se contagia muy fácilmente. Se transmite de persona a persona principalmente al hablar, toser o estornudar y por gotitas de saliva o secreciones nasales que pueden quedarse en las manos, en otras superficies o dispersas en el aire.
Los buenos hábitos ayudan a disminuir la transmisión del virus y son la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, y para ello se recomienda:
•Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz cuando se tosa y se estornude. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
•Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
•Lavarse a menudo las manos con agua y jabón.
•Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
•Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores…