Berlín, 30 dic (dpa) – Durante casi 1.700 años, cientos de objetos de metal permanecieron sumergidos en un brazo del antiguo curso del río Rin hasta que fueron recuperados entre 1967 y 1997 en un sitio cercano a Neupotz, en el estado federado de Renania Palatinado.
Los utensilios de cocina, herramientas, vajilla y armas de hierro, bronce, cobre y plata que pertenecieron a ciudadanos romanos son considerados los vestigios más valiosos de este período histórico en Alemania.
Tras un largo proceso para aclarar competencias territoriales y derechos de propiedad, las piezas conocidas como el «tesoro bárbaro de Neupotz» tienen ahora un hogar definitivo en el Museo Berlinés de Prehistoria y Protohistoria y pueden ser admiradas por el público.
Los objetos fueron descubiertos por casualidad hace casi 50 años por los hermanos Ludwig y Willi Kühn, que socavaban el lecho del río a bordo de una draga flotante para extraer grava.
Las siguientes excavaciones permitieron recuperar más de un millar de piezas, en parte dañadas, que conforman hoy en día una colección que pesa casi 700 kilogramos y ponen a la historia romana al alcance de la mano.
El tesoro fue mostrado en un primer momento en una sala de la ciudad de Rheinzabern, cercana al sitio donde fue descubierto. Más tarde fue trasladado al Museo del Palatinado en la ciudad de Speyer. Debido a trabajos de saneamiento en ese edificio, estos valiosos testigos de la época romana ahora son expuestos de forma permanente en Berlín.
Los expertos estiman que los objetos de Neupotz provienen de hogares romanos. Además de la vajilla de simple diseño, ciertos utensilios para comer y beber decorados con gran ornamenta dan prueba del disipado estilo de vida romano, y llevan a los arqueólogos a considerar a este tesoro como el hallazgo del período romano más importante del norte de los Alpes.
«Los objetos nos acercan a las personas que los usaban para trabajar en su día a día», señala el museo berlinés. Las hachas, pinzas y los ganchos de los romanos no se diferencian mucho de las herramientas actuales. Por su parte, los grilletes recuerdan que los romanos no eran precisamente indulgentes con sus prisioneros.
Esto no impidió a las tribus germanas conquistar paso a paso las regiones dominadas por los romanos. Las tropas germanas, parte de los pueblos llamados bárbaros, incursionaban una y otra vez en territorio romano y saqueaban las provincias.
Los arqueólogos deducen que los invasores bárbaros hundieron parte de su pesado botín cuando intentaron volver a cruzar el río Rin tras los saqueos.