Berlín, 21 dic (dpa) – Berlín recordó este martes a las doce víctimas mortales del atentado perpetrado el lunes contra un concurrido mercado de Navidad en el centro de la capital alemana con una ceremonia religiosa en la Iglesia Memorial (Gedächtniskirche), ubicada en el lugar del suceso.
La canciller alemana, Angela Merkel, acudió al acto religioso acompañada de miembros de su Ejecutivo como el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el presidente federal de Alemania, Joachim Gauck, entre otras personalidades de la ciudad y del país.
«Todo Berlín, el mundo libre entero, llora a las víctimas»: El alcalde de la capital alemana, Michael Müller, resumió así durante la ceremonia religiosa la conmoción de un país que vio cómo el peor augurio acabó cumpliéndose la semana de Navidad.
Las muestras de dolor y solidaridad por lo ocurrido se sucedieron a lo largo de todo el día martes, después de que el lunes por la noche un camión embistiera contra la multitud en un popular mercado navideño en el centro de Berlín, que causó la muerte a 12 personas e hirió a cerca de medio centenar.
«La luz es más fuerte que la oscuridad», «El terrorismo hiere a todo el mundo sin distinción», rezaban varios carteles colocados en la Breitscheidplatz, protagonista del terrible suceso, a donde los berlineses se acercaron para depositar flores y encender velas tanto en la calle como en la Iglesia Memorial (Gedächtniskirche).
«Queremos recordar juntos a las víctimas del horrible atentado y decir a los familiares y afectados por lo sucedido que no están solos», declaró Müller en la concurrida iglesia, que es uno de los principales símbolos contra la destrucción y la guerra y que fue fuertemente destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
«Desde ayer nos encontramos sumidos en una profunda tristeza», aseguró el alcalde de la capital alemana, al mismo tiempo que pidió no responder con odio al odio. «Queridos berlineses, permanezcamos unidos y mostremos la fortaleza de nuestra democracia», apeló.
«Por qué ha ocurrido esto es una pregunta que sobrevuela las cabezas de muchas personas», reconoció por su parte el obispo de la Iglesia Evangélica Berlín-Brandenburgo, Markus Dröge, que estuvo acompañado en el altar por representantes de diversas confesiones religiosas, que uno a uno tomaron la palabra para dejar claro que los familiares no están solos y que la «cohesión es más fuerte que cualquier odio».
«No permitamos que el terrorismo nos enemiste sólo porque vivimos en culturas diferentes», solicitó Dröge. «No nos dejemos seducir por la inhumanidad», agregó.
Banderas a media asta, mercados navideños cerrados en señal de respeto y los colores de la bandera alemana y la de Berlín iluminando alternativamente la emblemática Puerta de Brandenburgo. La capital alemana ha pasado a englobar la lista de ciudades afectadas por la barbarie.
«Esta vez la Puerta de Brandenburgo está iluminada con nuestros propios colores», declaró Müller profundamente conmocionado por lo ocurrido. Negro-rojo-gualda para Alemania y rojo-blanco para Berlín.
Por Almudena de Cabo