Berlín, 16 dic (dpa) – El primer ministro griego, Alexis Tsipras, defendió hoy en Berlín los logros alcanzados por su Gobierno al ser recibido por la canciller alemana, Angela Merkel.
Estos éxitos conducirán a situar al país heleno en la senda del crecimiento en los próximos dos años. «Grecia no es parte de la crisis, sino parte de la solución», señaló el político para a continuación presentar unas previsiones de crecimiento del 2,7 por ciento en 2017 y del 3,1 en 2018.
A este respecto, la canciller se limitó a decir que para ella iba a ser interesante conocer de primera mano la valoración del primer ministro griego a pesar de que las decisiones de tipo financiero no se toman en Berlín, sino que recaen en manos del Eurogrupo y de las tres instituciones (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea).
Merkel evitó referencias directas a la reciente decisión de Tsipras de pagarles este año un extra a los jubilados griegos, una medida que no ve con buenos ojos, aunque no ocultó que entre Berlín y Atenas existen diferencias de pareceres en diversas cuestiones.
«Nuestras conversaciones no han sido siempre fáciles pero siempre han sido sinceras y han perseguido lograr resultados», reconocía la mandataria alemana minutos antes de mantener un encuentro a puerta cerrada con el dirigente griego.
Esta es una valoración que comparte Tsipras, quien durante su comparecencia ante los medios añadió que su relación con Merkel se ha caracterizado en todo este tiempo por la estabilidad y por la comunicación directa.
El primer ministro se refirió asimismo a la actual «fase crítica» que afecta a Europa y que le plantea grandes desafíos en materia de migración y de seguridad.
«Se necesita una nueva visión para Europa así como valor para tomar decisiones. Necesitamos una Europa más fuerte porque tenemos una amenaza de cara al futuro y debemos actuar con determinación», agregó.
El mandatario griego también mencionó la situación política que se vive en Turquía y, una vez más, apostó por reforzar los canales de comunicación con Ankara tras el intento de golpe de Estado.
Por lo demás, ambos mandatarios mostraron unidad en política migratoria, insistiendo en la necesidad de una mejor implementación del tratado firmado entre la Unión Europea y el país del Bósforo.
«Grecia tiene ante sí enormes desafíos, por eso en Alemania queremos apoyar a Grecia y no dejarla sola», señaló la canciller alemana para a continuación señalar que Atenas y Berlín compartían la opinión de que era necesario aprobar un «reparto justo» de refugiados en el ámbito comunitario.
Alexis Tsipras llega a la capital alemana en una época en la que las relaciones entre Berlín y Atenas no atraviesan por su mejor momento.
A la decisión de pagar el aguinaldo a los pensionistas griegos, que Berlín observa con escepticismo, se suma otro asunto polémico que cuestiona la efectividad de las autoridades griegas en materia judicial.
En Alemania se critica la actuación de las autoridades griegas por no alertar de la desaparición de un refugiado afgano que había sido condenado a diez años de prisión por la justicia helena por intento de asesinato y que, posteriormente, habría matado presuntamente a una joven en Alemania.
En Berlín insisten en que si Grecia hubiese cursado una orden de búsqueda internacional, la Policía alemana habría seguido la pista al hombre que, a la postre, acabó según los investigadores con la vida de una estudiante de medicina de 19 años en la localidad alemana de Friburgo (en el sur del país).