Berlín, 15 dic (dpa) – El Gobierno alemán defendió hoy la primera deportación colectiva de refugiados afganos a quienes las autoridades les han denegado su petición de asilo al entender que pueden regresar a su país de origen en condiciones de seguridad.
Un tercio de los 34 refugiados deportados por el Gobierno alemán a Afganistán eran delincuentes, informó el ministro de Interior germano, Thomas de Maizière, unas horas después de que los solicitantes de asilo aterrizaran en Kabul.
Habían sido condenados por delitos como robo, hurtos, drogas, violación y homicidio, declaró el político cristianodemócrata. Parte de los afganos fueron expulsados del país directamente desde la prisión, indicó sobre una orden que calificó de «correcta y necesaria».
Alemania fletó un vuelo chárter desde Fráncfort que aterrizó hoy poco después de las 05:00 (hora local) en Kabul. En él no se encontraba ningún solicitante de asilo que quisiera regresar a su país de manera voluntaria y entre ellos sólo había exclusivamente hombres, detalló el ministro.
Sin embargo, esto no quiere decir que en futuras deportaciones colectivas no se puedan incluir también mujeres o familias, declaró. «La situación en Afganistán es para ellos suficientemente segura», apuntó.
En un principio, el vuelo debía llevar a Afganistán a 50 refugiados, pero 16 de ellos no pudieron ser localizados por las autoridades germanas. Se trata de la primera de una serie de expulsiones previstas tras el acuerdo entre los Gobiernos alemán y afgano en octubre.
De acuerdo con De Maizière, fueron recibidos en Kabul por la Policía, representantes de la Organización Internacional para Migración (IOM), el Ministerio de Refugiados afgano y trabajadores de la embajada alemana.
Hasta el momento, a pesar de haber emitido contra ellos una orden de expulsión, Alemania les había permitido a los ciudadanos afganos permanecer en el país de forma provisional debido a la situación de inseguridad que se vivía en sus zonas de origen.
De hecho, las únicas deportaciones de ciudadanos afganos que se han llevado a cabo en los últimos tiempos fueron de carácter voluntario. Estos vuelos de refugiados que quieren abandonar el país voluntariamente continuarán siendo organizados semanalmente, aseguró el titular de Interior.
Estas deportaciones cuentan con una fuerte oposición en la opinión pública y por parte de diversas plataformas y organizaciones pro derechos humanos, que denuncian que los refugiados deportados regresarán a un país controlado parcialmente por talibanes en el que además reina una situación política caótica y donde podrán ser puestos a merced de caudillos militares o convertirse en víctimas de torturas y represión.
A pesar de las protestas, en Berlín defienden las deportaciones y, en este sentido, apuntan que existen zonas seguras como la ciudad de Masar-i-Sharif o la de Herat, en las que los peticionarios de asilo podrían rehacer su vida con cierta normalidad.