Berlín, 7 dic (dpa) – Numerosos cortes, manifestaciones y un ejército de policías: la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), una de las más importantes del mundo, se reúne el jueves y el viernes en Hamburgo, en el norte de Alemania, con el conflicto en el este de Ucrania en el centro de la agenda.
Las delegaciones de los 57 Estados miembros de la OSCE, encabezadas en su mayoría por los ministros de Exteriores, se reunirán en la cumbre, que pone el broche final al año de la presidencia alemana de la organización, con la intención de no desistir en la búsqueda de una solución política al conflicto ucraniano, algo en lo que se ha puesto especial hincapié desde Alemania.
Desde el Gobierno alemán insisten en la reclamación de que se implemente el acuerdo de Minsk, algo que centró la última reunión del formato de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) en Berlín, en la que se acordó trazar una hoja de ruta para poder poner en marcha el acuerdo de Minsk, de febrero de 2015 y que volverá a ocupar un puesto central en la reunión de esta semana.
El encuentro llega precedido por el fracaso la semana pasada de los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania a la hora de acordar en Minsk una hoja de ruta para poner fin al conflicto en el este de Ucrania.
«Existen aún muchas cuestiones abiertas», declaró entonces el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, tras un encuentro que reconoció que no fue sencillo. Sin embargo, como dijo ante los parlamentarios recientemente: «Rendirse no es una opción».
Entre los principales obstáculos en las negociaciones se sitúa la falta de acuerdo sobre las elecciones en las zonas controladas por los separatistas para las que el Gobierno de Ucrania pide la presencia de observadores internacionales y el control de la frontera entre las regiones de Donetsk y Lugansk. Mientras, desde Rusia piden una mayor autonomía para las zonas separatistas.
Respecto a las sanciones contra Rusia, Steinmeier se mostró en contra recientemente de una rápida relajación. Sin embargo, indicó que si se dan pasos significativos hacia la aplicación del acuerdo de Minsk se podría analizar la posibilidad de ajustarlas.
Steinmeier criticó que las partes implicadas en el conflicto se escondan en sus «trincheras», pero se mostró convencido de que antes de Navidad se llevará a cabo un intercambio de prisioneros. «Eso sería más que un rayo de esperanza», declaró a los diarios del grupo editorial alemán Funke.
Asimismo, recordó que la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia es una «violación del derecho internacional» y «una infracción contra nuestro ordenamiento de paz europeo». «Nunca reconoceremos la anexión de Crimea», agregó.
Además del conflicto en Ucrania, la lucha contra el terrorismo internacional será también un tema central en la cumbre de la OSCE en la ciudad portuaria alemana en la que a pesar de todos los esfuerzos puestos por Alemania no se espera ninguna declaración conjunta final, ya que para que eso ocurriera deberían votar todos los miembros.
La cumbre de la OSCE es vista como un ensayo general de cara a la del G20 a principios de julio de 2017 en esa misma ciudad. En conjunto viajan 1.300 diplomáticos de 78 países y 1.700 funcionarios de seguridad, así como personal técnico y 400 periodistas, para los que se han reservado 14 hoteles completos en la ciudad.
Entre los participantes más destacados se encuentran el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; su homólogo ruso, Serguei Lavrov; el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Marc Ayrault, y el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson.
Será la mayor operación policial en la historia de Hamburgo. Un total de 13.200 agentes -entre los que se encuentran 4.250 de la ciudad y 700 agentes de fuerzas especiales-, lo que supone más de dos agentes por ministro para velar por la seguridad esos días.
Las autoridades de Hamburgo informaron que se han convocado cinco manifestaciones de diversas ideologías políticas, que no son consideradas peligrosas ya que se prevé que no concentren más que algunos centenares de personas. Pero se mantiene la alerta general elevada contra posibles atentados terroristas.
Por Almudena de Cabo