Berlín/Stuttgart, 5 dic (dpa) – La detención de un refugiado afgano de 17 años tras el asesinato de una joven en Friburgo, en el sur de Alemania, llevó hoy a los políticos a alertar de no poner bajo sospecha a todos los solicitantes de asilo por un hecho aislado e intentar evitar así posibles ataques xenófobos.
«Es duro, pero ya había este tipo de asesinatos abominables antes de que llegara el primer refugiado de Afganistán o Siria al país», declaró el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, al diario alemán «Bild», ante el temor de un incremento del racismo en un país que en 2015 recibió casi 900.000 solicitantes de asilo.
«No permitiremos que se lleve a cabo una incitación a la xenofobia después de un crimen de este tipo, con independencia de quién lo haya cometido», agregó el líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD).
A mediados de octubre, la estudiante de medicina de 19 años fue violada y ahogada en el río Dreisam. La joven se dirigía en bicicleta a casa procedente de una fiesta de la universidad cuando fue víctima del crimen.
El afgano detenido la semana pasada llegó en 2015 a Alemania y vivía con una familia al tratarse de un menor no acompañado. Tras su detención el viernes en Friburgo, el joven sin antecedentes penales guarda silencio.
Hasta el momento no hay indicio alguno de que el solicitante de asilo y la víctima se conocieran, declaró una portavoz de la Policía.
«Este tipo de crueldades son cometidas, por desgracia, por nacionales y extranjeros. Desgraciadamente no es un fenómeno nuevo», afirmó la vicepresidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Julia Klöckner. También el experto de interior de la Unión Cristianosocial (CSU) Stephan Mayer advirtió de poner bajo sospecha ahora a todos los inmigrantes y refugiados.
Por el contrario, el copresidente del partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD) Jörg Meuthen ve este crimen como una confirmación de sus alertas. «Estamos conmovidos por este hecho y vemos al mismo tiempo cómo nuestras advertencias por la entrada sin control de cientos de miles de hombres jóvenes de círculos culturales patriarcales islámicos fueron despreciadas calificándolas como populistas», declaró.
La polémica la desató el jefe del sindicato alemán de la Policía (DPolG), Rainer Wendt, al decir al rotativo «Bild» que «no habría ni ésta ni otras muchas víctimas si el país estuviera preparado para hacer frente a los peligros asociados siempre a una inmigración masiva».
Algunos medios de comunicación alemanes se mostraron cautos sobre la detención del refugiado. El informativo de la cadena de televisión pública alemana «ARD» informó en un comentario en un blog de su decisión de no informar sobre el caso en su edición del sábado a la noche. El espacio de noticias indicó que sólo informa en muy contadas ocasiones sobre casos criminales aislados. De acuerdo con estos criterios, el caso de Friburgo no se diferencia de ningún otro de asesinato, indicaron.
De esta manera, Alemania intenta evitar una nueva oleada de ataques xenófobos contra solicitantes de asilo como la vivida tras los ataques sexuales en masa a mujeres en Colonia, en el oeste del país. Los delitos fueron perpetrados por un millar de hombres, entre los que había refugiados, durante la última noche de 2015 y conmocionaron al país.