Sao Paulo, 10 nov (dpa) – Después de dos oportunidades que no pudo aprovechar, el alemán Nico Rosberg buscará este fin de semana en el Gran Premio de Brasil un triunfo que le entregue su primer título mundial en la Fórmula 1.
La gran diferencia entre esta ocasión y las dos anteriores es que el alemán ya no necesita esperar lo que haga su compañero en Mercedes, Lewis Hamilton, para consagrarse campeón: una victoria en el circuito de Interlagos le garantizará la corona y romperá la hegemonía que impuso el británico en las últimas dos temporadas.
Con esa ecuación resuelta, Rosberg asegura que afrontará la competencia en Sao Paulo con la estrategia que mejor le sienta: buscar el triunfo.
«No voy a cambiar mi enfoque», dijo el alemán. «Necesito seguir haciendo lo que me ayuda a dar siempre lo mejor de mí, es decir, ir en busca de la victoria», remarcó el ganador de los últimos dos grandes premios en el circuito brasileño.
Para Hamilton, las cuentas son diametralmente opuestas: está obligado a ganar para seguir con posibilidades del título. Y aunque gane las dos carreras que restan, si Rosberg sale segundo y tercero igual se llevará el título.
Para colmo, el circuito de Interlagos es uno de los pocos del calendario en los que Hamilton no ha ganado. Pero fue en Sao Paulo donde el británico se aseguró su primer título en 2008 cuando adelantó en la última vuelta a Timo Glock, ganando así los puntos decisivos.
«Desde el comienzo de mi carrera en la Fórmula 1 he visto que todo puede cambiar incluso en el último momento, así que hay que luchar hasta el final», dijo. «Nunca he ganado en Brasil así que voy a este fin de semana centrado en cambiar eso», destacó.
La frase no son sólo palabras al aire. El tres veces campeón mundial lo demostró en las dos últimas carreras, con victorias en Austin y en México, que le permitieron achicar a 19 puntos la distancia con su compañero.
Sin embargo, por más que haga su mejor esfuerzo, el inglés sabe que es muy probable que ni siquiera le alcance. «Desde el punto de vista del campeonato, es un escenario poco habitual el estar luchando por algo sin estar seguro de que lo que hagas te garantizará poder conseguirlo», explicó Hamilton.
«Un desenlace será doloroso y el otro constituirá un gran logro. Sea como sea, seguiré intentándolo», añadió.
A pesar de la ventaja y de las resignadas palabras de Hamilton, Rosberg no quiere confiarse ni dejar ninguna cuestión librada al azar.
«Aún quedan dos carreras y en la Fórmula 1 puede pasar cualquier cosa. Así que necesito concentrar mi energía en los factores que están bajo mi control», explicó el alemán, que lleva 23 triunfos en 204 carreras y el domingo espera emular a su padre Keke, que en 1982 logró el título con apenas una victoria en la temporada.
A la sombra de la disputa por el título, la carrera también servirá de escenario para la creciente disputa entre el alemán Sebastian Vettel y el holandés Max Verstappen.
El piloto de Ferrari, cuatro veces campeón del mundo, y el joven piloto de Red Bull protagonizaron una fuerte polémica en México, cuando los dos perdieron su plaza en el podio a manos de Daniel Ricciardo debido a las penalizaciones que recibieron por maniobras antirreglamentarias.
El alemán cuestionó con gestos y a través de la radio al holandés, que luego respondió que Vettel debería «volver al colegio».
Por Jens Marx