Pekín/Berlín, 31 oct (dpa) – Alemania y China protagonizaron hoy un episodio de tensión diplomática, después de que el Ministerio de Exteriores chino convocara al número dos de la embajada alemana en Pekín, un día antes de que el vicecanciller y ministro de Economía germano, Sigmar Gabriel, inicie una visita al país asiático.
Según información a la que tuvo acceso dpa, el Ministerio convocó al enviado alemán para trasmitirle una protesta, ante el trasfondo del debate desatado en Alemania sobre las inversiones chinas en el país. La embajada alemana en Pekín no ha confirmado sin embargo aún la noticia.
Pese al episodio, según supo dpa, no peligra el encuentro previsto mañana martes entre Gabriel y el primer ministro chino, Li Keqiang, en Pekín. La agenda de la visita de cinco días a China y Hong Kong incluye además encuentros con el ministro de Comercio, Gao Hucheng y el ministro de industria y tecnología de la información Miao Wei.
Al parecer, China se quejaría principalmente de que Alemania no autoriza inversiones chinas ante la presión recibida de Estados Unidos. Según supo dpa, China se habría quejado también de las informaciones negativas sobre el país asiático publicadas los medios alemanes antes de la visita de Gabriel.
El caso se refiere a la prevista adquisición del fabricante de maquinaria especial Aixtron, después de que el Ministerio de Economía alemana iniciara sorpresivamente una nueva revisión de la oferta de compra por parte del inversor chino Fujian Grand Chip, debido a las preocupaciones sobre seguridad por la transmisión de tecnología armamentística a China.
Antes de su partida desde Berlín, Gabriel también hizo hincapié en la necesidad de proteger mejor la tecnología clave para el país europeo. Debe quedar claro, dijo, «que Alemania y Europa crearán instrumentos de futuro para proteger tecnologías clave para la seguridad», dijo a la publicación «Die Welt», al tiempo que aseguraba que los inversores extranjeros seguían siendo bienvenidos al país.
«Sin embargo aprenderemos a diferenciar entre los casos en los que la apropiación de tecnología por parte de una empresa dominada por el Estado está relacionada con la ampliación de poder geopolítico», escribió.
En el mismo comentario Gabriel señaló que mientras Alemania era uno de las economías más abiertas del mundo, China dificulta las inversiones directas de empresas europeas o las somete a condiciones discriminatorias, y apuntaba que China ha iniciado una serie de compras «con la intención de adquirir tecnologías estratégicas clave».
La canciller alemana Angela Merkel apoyó la postura de Gabriel y abogó por la igualdad de oportunidades en las relaciones económicas de ambos países, dijo su portavoz Steffen Seibert hoy en Berlín.
El portavoz se refirió también a los planes de la UE de acordar instrumentos de protección en ese sentido antes de fin de año.
China es uno de los principales mercados para Alemania, con más de 5.000 empresas germanas activas en el país asiático.
La visita despertó también la esperanza de fundaciones cercanas a los partidos políticos y ONG independientes, que esperan contribuya a aclarar la forma en que China controlará a esos grupos en el futuro.
El motivo es una controvertida ley que dificultará gravemente o incluso imposibilitará el trabajo de las ONG. «A partir del 1 de enero todas las fundaciones políticas serán prácticamente ilegales», señalaron círculos de ONG, que se mostraron muy preocupadas.