Colonia (Alemania), 29 jul (dpa) – La manifestación convocada para el domingo en la ciudad alemana de Colonia por partidarios del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desató hoy la polémica y la preocupación en el país europeo, donde viven cerca de tres millones de personas con raíces turcas.
La Policía espera que acudan hasta 30.000 manifestantes a la marcha en el oeste del país. De acuerdo con la Policía de Colonia, los organizadores planean también contar con algún representante del Gobierno turco como orador.
A pesar de las presiones para prohibir la manifestación, el jefe de la Policía de Colonia, Jürgen Mathies, indicó que no existe de momento indicio alguno de que se estén planeando delitos o que se vaya a alterar la seguridad pública. Por ello no puede ser prohibida, indicó Mathies, al mismo tiempo que aseguró que actuarán con «mano dura» contra cualquier forma de violencia.
La ciudad desplegará 2.300 policías con motivo de la manifestación y de las cuatro contramanifestaciones previstas para ese día.
El Gobierno de Ankara reclamó a Alemania esta semana que extradite a los seguidores el clérigo Fetullah Gülen, a quien acusa de haber organizado el intento de golpe de Estado del 15 de julio en Turquía.
Mientras, el cónsul general turco en Stuttgart, Ahmet Akinti, mandó una carta al Gobierno de Baden-Wurtemberg en el que exige analizar las instalaciones y asociaciones del movimiento Gülen para llevar a cabo una «nueva evaluación».
«Evidentemente no lo haremos», aseguró el primer ministro de Baden-Wurtemberg, Winfried Kretschmann. No hay prueba alguna de que el movimiento de Gülen esté detrás del golpe, agregó. El movimiento Gülen gestiona en Alemania, según sus datos, cerca de 30 escuelas.
«Erdogan quiere extender su dictadura también a Alemania. No debemos permitirlo», alertó el diputado de La Izquierda Sevim Dagdelen. Mientras, el presidente de la comunidad turca en Alemania, Gökay Sofuoglu, aseguró a dpa que se ha producido una fisura en la sociedad turca en el país. «Se romperán amistades y también en el seno de las familias hay problemas», indicó.
El experto en Interior de la Unión Cristianodemócrata Wolfgang Bosbach alertó del incremento de la influencia de Ankara en Alemania y lamentó que sea posible presuntamente movilizar a miles de personas entusiasmadas con el hecho de que Turquía dé pasos gigantes para alejarse de la democracia en dirección a un régimen autoritario, afirmó en la emisora alemana SWR.
Por su parte, el político de la CDU Jens Spahn fue un paso más allá y cuestionó la doble nacionalidad de la que disfrutan miles de turcos en Alemania.
Aquellos corazones que latan a favor de Erdogan y quien salga a la calle a mostrarle su apoyo a él y a su partido AKP (el partido islámico conservador Justicia y Desarrollo) debería hacerlo mejor en Turquía, señaló en el diario alemán «Tagesspiegel».
«Y deberíamos exigirles que tomen una decisión clara», apuntó. Los turcos que viven en Alemania deberían decidir a cuál de los dos Estados le muestran lealtad, agregó.
Erdogan respondió al conato de golpe de Estado de mediados de julio con detenciones y despidos masivos en las Fuerzas Armadas, la Justicia, la administración pública, escuelas y universidades. También dispuso el cierre de numerosos medios de información.