Madrid, 8 jul (dpa) – La Audiencia Nacional española imputó hoy a Volkswagen Alemania por la presunta manipulación de determinados motores diésel cuatro cilindros.
El juez Ismael Moreno decidió, a petición de la Fiscalía, declarar como investigada a la mayor automotriz europea por «delito de defraudación que causa perjuicio a una generalidad de personas», así como «fraude de las subvenciones» y «delito contra el medio ambiente».
La filial española ya había sido imputada por el mismo tribunal el año pasado.
Sin embargo, el informe presentado por el fiscal del caso incluye numerosos elementos que apuntan a que la matriz es la responsable de las prácticas fraudulentas. En declaraciones ante el juez a finales del año pasado, el representante de Volkswagen-Audi España aseguró que los motores usados en los modelos españoles se fabricaron en Alemania y no en España.
El juez de la Audiencia Nacional dictó un auto en el que ordena notificar a la cúpula del grupo automotor la existencia del procedimiento penal para que designe ya a un representante legal así como abogado y procurador.
El proceso se interpuso tras las querellas interpuestas poco después de que estallara el caso de los motores diésel trucados, entre ellas las de la Asociación Internacional Antifraude para la Defensa de Afectados por Motores Volkswagen y la del sindicato Manos Limpias.
Volkswagen reconoció haber manipulado a gran escala las pruebas de emisión de gases de sus vehículos. Para ello instaló un software en 11 millones de coches de todo el mundo, -8,5 millones en Europa-, que rebajaba las emisiones de los vehículos durante las pruebas.
A finales de junio se acordó que sólo en Estados Unidos la automotriz alemana tendrá que asumir costes por unos 14.700 millones de dólares (13.300 millones de euros) en concepto de indemnizaciones.
Hasta ahora, la empresa se había reservado 16.200 millones de euros para pagar los costes derivados del escándalo en todo el mundo.