Potsdam (Alemania), 26 jun (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, y Horst Seehofer, su aliado bávaro pero también su principal crítico en la crisis de refugiados, limaron asperezas públicamente este fin de semana para allanar el camino hacia las elecciones parlamentarias de 2017.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, y su versión bávara, la Unión Cristianosocial (CSU) de Horst Seehofer, mantuvieron una reunión estratégica el fin de semana en la ciudad de Potsdam, cerca de Berlín, para acercar posturas. Sin embargo, ya habían acordado de antemano que no abordarían sus desacuerdos sobre política migratoria.
La CDU y la CSU «deben guiar juntos a los alemanes en estos tiempos de cambios rápidos y significativos», aseveró la canciller al término del encuentro, que ambos calificaron de «serio y constructivo».
Según Merkel, la gente en Alemania tiene que sentir que los políticos se toman muy en serio sus preocupaciones, sus temores y esperanzas. Y ambos partidos quieren ofrecer soluciones conjuntas para garantizar el bienestar y la seguridad de los alemanes en el futuro, agregó.
También el primer ministro de Baviera y jefe de la CSU, -que ha sido un crítico férreo de la vía adoptada por la canciller en la crisis de refugiados y ha defendido políticas más duras para frenar el flujo de inmigrantes-, hizo hincapié en los valores compartidos.
Sin embargo, no quiso pronunciarse sobre un posible cuarto mandato de Merkel en 2017. «Queda más de un año para las elecciones», subrayó.
La líder democristiana todavía no ha comunicado si aspira a la reelección para un cuarto mandato el año que viene.
La CDU y la CSU necesitan recuperar la confianza del electorado. Su popularidad se ha hundido un 41,5 por ciento desde la formación de Gobierno en 2013. Con la crisis de refugiados la caída ha sido en picado.
El partido bávaro, siempre aliado incondicional de Merkel, se convirtió en un fuerte crítico al denunciar continuamente la política de asilo del Gobierno y pedir repetidamente a una reducción en el número de migrantes que Alemania debería aceptar. Se llegó a plantear incluso que pudiera entrar en la campaña electoral con un programa separado.
En Potsdam no se tomaron decisiones ni se cerraron acuerdos. Ambos partidos tendrán que seguir negociando para igualar posturas hasta el año que viene. Tras su reunión, anunciaron que en los próximos meses discutirán con representantes de la sociedad civil asuntos clave como el papel de Europa después del referéndum en Reino Unido, la crisis de refugiados, terrorismo, digitalización y cohesión social.