Pekín, 12 jun (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, apeló hoy al Gobierno chino a reforzar el estado de derecho y a no restringir la labor de las organizaciones no gubernamentales extranjeras, al inicio en Pekín de su viaje de tres días al gigante asiático.
Durante la entrega del título doctor honoris causa por la Universiad de Nanjing en la capital china Merkel señaló que a las ONG se les debería seguir permitiendo enriquecer las relaciones en la sociedad civil. «Todas contribuyen a la comprensión y al entendimiento», señaló.
Merkel manifestó su esperanza en que las ONG puedan seguir trabajando libremente pese a una ley que entrará en vigor en 2017 que regula el control de las fundaciones de partidos, instituciones científicas o a la cámara de comercio alemana en Pekín. «Para poder avanzar hay que crear espacios libres», dijo Merkel en referencia a la labor de la investigación y de la educación.
La mandataria viajó a China acompañada de seis ministros y varios secretarios de Estado, con motivo del inicio el lunes de las cuartas constulas de Gobierno germano-chinas. Merkel subrayó la necesidad de que existan condiciones marco fiables que permitan la estabilidad de la sociedad, así como la cooperación económica con Alemania. «El núcleo de todo estado de derecho es que impere la fuerza de la ley y no la ley del más fuerte», dijo. La ley no puede utilizarse como herramienta de poder, sino ser igual para todos independientemente de la política.
En el conflicto sobre la negativa europea a considerar a China economía de mercado, Merkel apostó por un compromiso para evitar el inminente conflicto comercial. «A nadie le interesa una gran comercial», dijo Merkel. «Eso también significa que tenemos que hablar abiertamente de los problemas existentes».
Tras la entrada del país en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, a finales de este año se prevé revisar su estatus. El estatus de economía de mercado protegería al país de caras acusaciones por dumping por los bajos precios a lo que vende sus productos.
Pero la Unión Europea quiere crear un mecanismo que le proteja de los productos baratos de China. La UE debe «hablar con China sobre algunos sectores», dijo Merkel en referencia a la sobreproducción de acero de China. «Es un gran problema para los fabricantes de acero europeos».
La Universidad de la metrópolis de Nanjing, en el este de China, concedió a Merkel el título de doctor honoris causa por su compromiso en la solución de conflictos regionales, la lucha contra el cambio climático y la solución de la crisis financiera en 2008.
Merkel «ha contribuido con determinación y sabiduría a la paz mundial», dijo el presidente de la Universidad, Chen Jun, que dijo que la canciller lleva a cabo una «política pragmática frente a China».
En su discurso de agradecimiento Merkel evitó los temas más controvertidos y hablo de «debates muy vivos» sobre el controvertido acopio de alta tecnología alemana por parte de inversores chinos, como en el caso del fabricante de robots Kuka. Merkel exigió aquí que hay aun intercambio mutuo que suponga también la apertura del campo de inversión en China.
Merkel también consideró importante un acuerdo sobre la seguridad cibernética con la renuncia mutua al espionaje industrial por Internet para lograr una mayor cooperación en la «industria 4.0» con cadenas de producción enlazadas en red. Poco antes de la visita de Merkel las negociaciones con el Ministerio competente de Seguridad Pública fueron reanudadas tras meses de estancamiento.
Merkel insistió en la necesidad del imperio de la ley con decisiones «transparentes» tomadas por «tribunales independientes» como un marco fiable especialmente importante para las empresas tecnológicas innovadoras. «La cooperación en alta tecnología es una cuestión de confianza», dijo Merkel, criticando la discriminación de las empresas alemanas en China.
Merkel se posicionó también a favor de una «solución pacífica de las disputas territoriales» en referencia a las crecientes tensiones por la soberanía de unas islas. «Nos gustaría que hubiera un código de conducta vinculante». Una declaración similar del G7 en mayo en Ise-Shima en Japón indignó a China, que lo tomó como una injerencia en asuntos internos.