(dpa) – La misión europea «LISA Pathfinder», que investiga para crear un observatorio espacial que capte ondas gravitacionales, está superando las expectativas de los científicos, se informó el martes.
«El rendimiento de la misión es espectacular y supera de lejos todas nuestras expectativas», afirmó en Hannover el director del Instituto Max Planck para física gravitacional, Karsten Danzmann.
El satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) fue lanzado el pasado diciembre desde la estación de Kourou, en la Guayana Francesa, y en enero llegó a su objetivo, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
En marzo comenzaron los primeros experimentos y ahora se publican los resultados en «Physical Review Letters».
El satélite contiene dos cubos, de dos kilos de peso cada uno, hechos de una aleación de oro y platino. Se encuentran situados a una separación de 38 centímetros entre ellos y completamente aislados de cualquier fuerza externa e interna que no sea la gravedad.
«Las primeras pruebas realizadas con ‘LISA Pathfinder’ probaron con éxito la tecnología necesaria para construir un observatorio de ondas gravitacionales en el espacio», afirmaron el martes los responsables de la misión.
Los resultados de esas pruebas mostraron que los dos cubos caen libremente en el espacio, influidos únicamente por la fuerza de la gravedad y sin sufrir perturbaciones externas. El aislamiento de fuerzas exteriores es cinco veces mejor de lo que se esperaba inicialmente.
La existencia de ondas gravitacionales, predichas por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein en 1916, fue comprobada directamente por primera vez en septiembre pasado y anunciada en febrero, abriendo un nuevo capítulo en la física y la astronomía. Entonces fueron captadas desde la Tierra por el observatorio LIGO.
Las ondas gravitacionales son oscilaciones del espacio-tiempo provocadas por la aceleración de objetos muy masivos y que se mueven a la velocidad de la luz. Pueden ser generadas por supernovas o la fusión de agujeros negros, por ejemplo.
Aunque proceden de objetos muy masivos, las fluctuaciones del espacio-tiempo son muy débiles cuando llegan a la Tierra, por eso se quieren captar en el espacio.