OVIEDO, 9 Oct. (EUROPA PRESS) –
El Partido Popular defenderá que la nueva Ley de Atención Integral en Materia de Drogas en la que trabaja el gobierno autonómico permita la promoción y publicada de bebidas alcohólicas fermentadas, principalmente para que su prohibición no perjudique al sector sidrero.
Así lo ha anunciado el secretario de Organización del partido, y diputado en la Junta General, Luis Venta Cueli, quien ha dado cuenta en una rueda de prensa de las nueve enmiendas que su formación presentará a este proyecto de ley.
El diputado considera que la prohibición a las acciones publicitarias puede amputar las posibilidades de desarrollo del sector de la sidra, motivo por el que justifica esta modificación de la ley que defiende el PP.
Venta ha incidido en la necesidad de diferenciar bebidas alcohólicas elaboradas por fermentación y bebidas alcohólicas elaboradas por destilación, y en la misma medida ha incidido en la necesidad de diferenciar drogas y bebidas alcohólicas. Así, otra de las enmiendas de su partido pide un cambio en el nombre de la nueva norma para que se llame Ley de Atención Integral en Materia de Drogas y Bebidas Alcohólicas, a fin de que la sidra no está considerada una droga.
GASOLINERAS
Otro de los puntos en los que incidirá el PP es que se permita la venta de bebidas alcohólicas en gasolineras y estaciones de servicio. No ve ninguna congruencia el diputado en establecer esta prohibición. «Una gasolinera no podría vender cerveza y un bar que esté al lado sí», ha ejemplificado.
A su juicio también supone un freno a la actividad económica de un sector que cuenta con 300 establecimientos en Asturias y da empleo directo a 1.600 personas e indirecto a casi 7.000. Además, supondría, desde su punto de vista, un agravio comparativo con las comunidades autónomas vecinas, dado que, de aplicarse la medida, solo Asturias contaría con esta restricción.
Tampoco está de acuerdo el PP con prohibir la venta de bebidas alcohólicas en los establecimientos hosteleros de los centros sanitarios, y también pedirá la retirada de este punto.
Lo que sí ha apoyado venta es la modificación de la edad mínima para permitir el consumo de alcohol, que pasará de 16 a 18 años, un extremo que los populares llevan demandando desde hace varios años.