El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de España, Marcos Peña, es pesimista en relación a las condiciones futuras de los trabajadores en el país. En su opinión, el sueldo de los españoles aún caerá entre un 18 y un 33 por ciento en los próximos años por el proceso de robotización.
Así lo ha explicado Peña esta semana en la Junta General del Principado de Asturias, donde ha acudido para comparecer como experto en una comparecencia informativa acerca de una proposición de ley del PP para la desaparición del CES asturiano.
A juicio de Peña, el mercado de trabajo en España está actualmente «agrietado» y «doliente» y las previsiones no son nada halagüeñas, ha indicado a preguntas de los diputados asturianos de Podemos.
Peña, que lleva diez años al frente del CES, ha insistido en la importancia de ser consciente de la «gravedad» de la situación, en un escenario en el que es necesario un «entendimiento» común. «Sólo se puede prosperar a través del conocimiento y la cabeza», ha manifestado.
«La polarización se acrecienta», ha añadido, antes de decir que sólo existen dos instrumentos para aliviar el malestar y promover el bienestar. El primero se asienta en blindar las pensiones, la sanidad y la educación. «Y hay dificultades en blindarlo», ha lamentado.
Por lo que se refiere a la búsqueda de la necesaria prosperidad, ha insistido en la necesidad de reflexionar en un panorama en el que ni siquiera se sabe el proceso productivo al que se va. A su juicio, la «incertidumbre» marca el futuro y el 60 por ciento de los niños que empiezan hoy a la guardería harán una carrera «que hoy día no existe».
Otro de los elementos de preocupación para Peña son los altos índices de una desigualdad que ha crecido «de mala manera» en los últimos años. «Estos son los hechos, pero su conocimiento no conduce a la solución», ha manifestado. «Lo que es importante es que seamos conscientes de la gravedad y dificultad», ha advertido. Podemos también preguntó a Peña por su sueldo. «Son 4.500 euros netos al mes», respondió.