El consejo de Gobierno ha dado luz verde este miércoles al Plan Estratégico de Residuos del Principado (PERPA) 2014-2020 que permitirá llevar a cabo la ampliación del actual vertedero Central de La Zoreda, en Serín, y que además en el plazo de tres meses permitirá evaluar el conjunto de alternativas posibles a la incineradora para el tratamiento de la fracción resto.
Así lo ha explicado tras el consejo de Gobierno la consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, que ha indicado que esta aprobación «no es un punto final sino un punto y seguido».
Fernández ha indicado que la aprobación del Plan es fruto del cumplimiento de las dos sentencias del TSJA que advirtieron defectos en dicho documento. Una vez solventados, el plan ha sido sometido a información pública y, hoy, ratificado por el Ejecutivo.
La consejera ha indicado que una vez aprobado este Plan en el plazo de un mes se dará luz verde a la declaración de impacto ambiental y la autorización ambiental integrada para proceder luego a la puesta en marcha del procedimiento de ejecución de la contratación de la ampliación del vertedero en torno al verano.
Ha indicado que esa ampliación permitirá tener solucionada la fracción resto de residuos para los próximos años, al menos hasta 2019, con una inversión de unos 2,5 millones de euros.
La aprobación del Plan también permite llevar a cabo la planta de compostaje de lodos, que supondrá un importe de licitación de 3,3 millones de euros y cuya obra podría iniciarse en torno al mes de abril.
Fernández se ha referido también a otras actuaciones que conlleva la aprobación del Plan como las «importantes inversiones» para la puesta en marcha de nuevos puntos limpios en diferentes municipios del territorio asturiano.
ALTERNATIVAS A LA INCINERADORA
Sobre el tratamiento de la fracción resto y la construcción de la incineradora, la consejera ha insistido en que está expresamente concretado en el Plan que la decisión queda en suspenso y en el plazo de tres meses se lleve a cabo una revisión para estudiar las alternativas que sean viables «técnica y económicamente y tengan menor impacto ambiental».
«La incineradora es una alternativa que ya ha sido estudiada. Ahora se trata de abrir el abanico y estudiar otras alternativas», ha destacado Fernández que ha indicado que por ahora «es pronto para hablar de esas alternativas que serán fruto de los análisis que se lleven a cabo».
Así ha destacado que será en torno a 2017 cuando se cuente ya con un documento y mientras tanto es necesario abogar por la prudencia ante unas soluciones que «podrán ser una o varias, ya que hay que ver e identificar con rigor el abanico de posibilidades».
La consejera ha indicado que para llevar a cabo esos estudios se contará con el apoyo y el conocimiento externo y ha calculado en «un año y medio» el plazo para llevar a cabo un procedimiento de tal naturaleza y complejidad.