CCOO ha señalado este lunes que en los últimos veinte años la siniestralidad laboral ha causado 738 muertos en Asturias. Por esta razón, el secretario de Salud Laboral de CCOO en la comunidad, José Antonio Iglesias, ha afirmado que esta es la «peor cara» de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que se aprobó en noviembre de 1995 y entró en vigor en febrero de 1996.
Según se indica en un comunicado de prensa, en este período se produjeron 391.530 accidentes, de los cuales 3.982 fueron graves. «Esto supone que cada dos días se produce más de un siniestro grave en Asturias con origen en el trabajo», ha alertado Iglesias.
Además, el encargado de esta área ha explicado que «sin la normativa estaríamos mucho peor, pese a no ser una ley perfecta, es una buena herramienta para la prevención, pero de poco sirve si no se cumple». «Con la aplicación de la legislación logramos que el número de siniestros y personas que mermaban su salud y hasta perdían la vida en el trabajo se viera reducido», ha dicho.
Sin embargo, desde el sindicato se ha observado que esta tendencia «se rompía con la crisis y la salud dejaba de ser un asunto prioritario, primando más la producción y los beneficios que las vidas humanas». «Las últimas reformas laborales conllevaron un empeoramiento de las condiciones de trabajo y de la prevención», ha comentado Iglesias.
De forma paralela, el secretario ha esclarecido que en los últimos años «está habiendo una subida muy alarmante de la accidentabilidad in itinere, que se explica por los ritmos de trabajo abusivos, la ausencia de políticas conciliadoras y la falta de un plan de movilidad en la comunidad, difícil de aplicar por la disparidad de jornadas favorecida por la desregulación normativa».
Por todo ello, desde CCOO proponen «un nuevo plan estratégico de salud laboral, ampliar la labor de los delegados de prevención y el reconocimiento y registro de las enfermedades profesionales, que no se están declarando al tiempo que los trabajadores siguen enfermando»,