Berlín, 15 feb (dpa) – La cantante chileno-argentina Violeta Castillo se estrena en el cine de la mano de un amigo, el realizador novel Roberto Doveris, quien la convierte en una adolescente cuya vida se ve trastocada por las adversidades en «Las plantas», la película chilena que se presentó en la sección Generation de la Berlinale.
«Es mi primer trabajo como actriz y al principio me dio un poco de nervios. Desde el principio me gustó mucho la historia y me pareció interesante y como novedosa también», explicó en entrevista con dpa Castillo, que también firma la banda sonora de la cinta.
Florencia es una chica de 17 años que se queda sola. Además está en un momento de pleno despertar sexual que también se ve atravesado por las adversidades y todo ello modifica su vida. «Yo creo que es una chica valiente y decidida, pero como está tan confundida por todo lo que le está pasando, toma algunas decisiones apresuradas», explica Castillo, que se ha identificado en algunos aspectos con ella, a pesar de los diez años de diferencia que existen con su edad real: 27 años.
Seducida por el desafío de una chica con problemas y todo su despertar sexual, Castillo confiesa que al principio tenía mucho miedo por las escenas sexuales. «Me daba nervios más que nada cómo se vería mi imagen, pero una vez que me relajé me di cuenta de que se me daba naturalmente, no me daba vergüenza».
Además, pudo rodarlas al final, cuando ya se sentía más cómoda delante de la cámara. «Fue menos difícil de lo que esperaba que iba a ser», agregó la cantante, que en abril espera sacar su primer disco con varios temas.
No obstante, quiere seguir explorando la interpretación y ya probó fortuna con las tablas en Buenos Aires. «Siempre me gustó la actuación y siempre me sentí con cierta inclinación hacia la actuación, que se me daba bastante naturalmente», señala.
«Me encantaría que a partir de ahora comenzaran a salir propuestas. Seguir experimentando el cine. Siento que aprendí muchísimo y ahora como que necesito tener una experiencia de ese tipo», explica la actriz, que incluso comenzó a escribir un guión, un proyecto que por el momento tiene «medio abandonado».
Tras su paso por el teatro, se ha dado cuenta de que le gusta más el cine que las tablas. Le gusta del set que hay más tiempo para rodar una escena, aunque también ve el encanto en la edición, ya que nunca se sabe cómo va a quedar una escena.