Melbourne, 31 ene (dpa) – La alemana Angelique Kerber cumplió hoy con su palabra y se bañó en el río Yarra de Melbourne después de ganar el sábado el Abierto de tenis de Australia y festejar durante toda la noche su primer título de Grand Slam.
«El agua estaba muy fría, pero valió la pena», indicó Kerber a las 9:23 horas de la mañana del domingo en la ciudad australiana. La alemana había prometido que saltaría al río en caso de ganar el torneo.
Kerber, de 28 años, dio la sorpresa el sábado al vencer a la estadounidense Serena Williams por 6-4, 3-6 y 6-4 en su primera final de Grand Slam. Y sus primeras horas como nueva estrella del tenis fueron muy ajetreadas.
«No dormí ni un minuto», dijo la tenista a orillas del río, que bordea las instalaciones de Melbourne Park y que atraviesa el corazón de la metrópoli.
«Creo que eran las tres de la mañana cuando me fui del vestuario. Estuve cuatro horas hablando con la prensa, después me hice el control antidoping y me fui al hotel. Me cambié rápido de ropa y nos fuimos a beber algo. Ahora estoy aquí y no sé nada más», añadió la alemana.
Además de fría, pues el verano australiano está teniendo temperaturas inusualmente bajas, el agua del río estaba sucia. Por eso, la alemana se aseguró de no meter su melena durante los cinco minutos que estuvo dentro del agua.
Su entrenador, Torben Beltz, y su fisioterapeuta, Simon Iden, no tuvieron tanta precaución y metieron todo el cuerpo, como ya hizo Jim Courier hace más de dos décadas. El ex tenista estadounidense se atrevió incluso a bucear.
Kerber se convirtió el sábado en la primera alemana en ganar un grande desde Steffi Graf en el Roland Garros de 1999.
La germana, que mañana ascenderá al segundo lugar del ranking mundial, volará hoy por la tarde a Fráncfort vía Bangkok. Desde la ciudad alemana viajará directamente a Polonia para visitar a sus abuelos.
Por Lars Reinefeld y Bill Scott