A lo largo de los últimos años, más de cinco millones de personas han huido de la pobreza y la guerra en sus países de origen y han iniciado una peligrosa travesía para alcanzar Europa. En concreto, en el 2015, se han ido 350.000 personas y, de acuerdo con los datos oficiales publicados por ACNUR, durante esa travesía han muerto ya más de 2.500 personas.
Estamos pues, ante la mayor crisis humanitaria de los últimos 50 años en Europa. La situación es de auténtica emergencia y no podemos mirar hacia otro lado ante las personas que huyen de la guerra. Este incremento exponencial de los flujos de personas refugiadas hacia la Unión Europea es un problema global que pone en riesgo lo más preciado de este mundo, las vidas humanas.
Por ello, el Ayuntamiento de Carreño en colaboración con la Federación Asturiana de Concejos desarrolla en los centros educativos del concejo una acción formativa que lleva por título “UNA MOCHILA DIFERENTE”.
El objetivo es que el alumnado del concejo de Carreño pueda ponerse en la piel de quienes tienen que abandonarlo todo y escapar hacia otros países que garanticen su seguridad y les proporcionen el estatuto de persona refugiada, permitiéndoles así rehacer su vida a la espera de que la situación en sus países de origen cambie.
“ Se trata de ssensibilizar a los estudiantes y a sus familias respecto de la situación que padecen millones de personas refugiadas en el mundo, y en especial de la crisis en las fronteras europeas” – señaló Cecilia Tascón, Rodríguez, Concejala de Educación del Ayuntamiento de Carreño.
“ Se quiere conseguir un retrato realista del tipo de situación que muchos niños y niñas refugiadas han de afrontar cuando se ven obligadas a huir de sus hogares. Esta acción permitirá que los alumnos y las alumnas entren en contacto con los sentimientos, las emociones y comprendan las duras decisiones que las personas refugiadas deben tomar” – prosiguió Tascón.
» Hoy desarrollamos esta dinámica por en el colegio San Félix. Fue el turno de 4 grupos de quinto y sexto. Muchos fueron los objetos que eligieron llevarse si fueran refugiados: balones y patinetes porque, ante esa situación, de forma inocente también esperan poder tener momentos para divertirse. Muchas fotos de las familias y animales para recordarlos, libros, una caja fuerte, muñecos, colgantes y hasta la imagen del Cristo para acordarse de Candás en la distancia» – explicó la edil.
En esta dinámica participan tanto las familias como el alumnado. Se desarrolla en 3 fases. La primera de comunicación a la familia donde se explica la dinámica y se solicita su colaboración mediante la aportación de objetos que resulten valiosos a los niños y a las niñas.
La segunda “¿Qué pasaría si de un día para otro, tuvieseis que abandonar vuestra casa huyendo?” mediante un listado de 5 sentimientos, que tendrían al verse en esa situación, analizarán qué sentirán si al llegar a casa, después del colegio, tuviesen que escapar junto a sus familias por motivo de una guerra.
Y la tercera se planteará a la población escolar que si sólo tuviese un minuto para abandonar su casa y salir del país junto a la familia, ¿qué objeto/os se llevarían?. En esta última fase tendrán que justificar por que se han traído esos objetos, cómo se han sentido por dejar el resto de cosas,… tendrán que poner en común todos los objetos que han traído y decidir que 5 se llevan por no entrar todos en la mochila.
“Aún está viva en la memoria la solidaridad que otros mostraron con quienes también tuvieron que huir de España por motivos de la guerra y posterior persecución que vivió nuestro país. Dar la espalda a quienes hoy lo necesitan es injusto en sí mismo, y además, un torpe precedente ante futuras situaciones de crisis que sí puedan poner en cuestión la capacidad de nuestro país”. – concluyó Cecilia Tascón.