Colonia (Alemania), 12 ene (dpa) – Los ataques xenófobos registrados el domingo en Colonia, tras la oleada de agresiones en masa a mujeres en Nochevieja a manos de personas de apariencia árabe y del norte de África, desató este lunes la preocupación en el país.
«Nada justifica delitos de este tipo», aseguró el lunes Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel.
«No debemos dejar espacio a los incendiarios radicales», advirtió por su parte el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, después de que la Policía de Colonia confirmara que los delitos ocurridos el domingo fueron racistas.
El político socialdemócrata indicó que tiene la impresión de que algunos sólo habían esperado que sucediera lo de Colonia, en el oeste del país, para ir a la persecución de los refugiados. «De otra manera no se explica cómo algunos grupos han instrumentalizado descaradamente lo ocurrido», declaró Maas.
Los delitos ocurridos en Nochevieja son igualmente abominables, pero no hay justificación alguna para el odio general contra extranjeros, señaló.
Las alarmas saltaron cuando el domingo por la tarde se reunieron una serie de personas a través de las redes sociales con el objetivo de perseguir a los que parecieran «no ser alemanes», indicó Norbert Wagner, de la Policía de Colonia. «Es una señal alarmante, que nos tomamos muy en serio», agregó.
Entre los que participaron en la «caza» del extranjero en el centro de la ciudad se encuentran hooligans, grupos de motoristas y porteros de locales.
En los ataques resultaron heridas varias personas, entre ellas, dos paquistaníes, que acabaron en el hospital con heridas leves, y un sirio. Asimismo, un joven de 19 años de Guinea fue golpeado con una botella y otro africano fue perseguido por cerca de 25 hombres. El número de denuncias podría aumentar los próximos días, comentó una portavoz de la Policía.
«Son delitos de personas que creen que deben aplicar ellos mismos la ley», explicó Michael Temme de la Policía de Colonia. La situación preocupa «mucho» a la policía, que ha fortalecido la seguridad en el centro de la ciudad y que hace todo lo posible para proteger a los ciudadanos, agregó.
Mientras, la Policía de Colonia investiga a 19 sospechosos, todos ellos extranjeros, por la oleada de agresiones sexuales en Nochevieja en la ciudad alemana, informó el lunes el ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger.
Entre los 19 sospechosos se encuentran diez solicitantes de asilo, nueve de los cuales se encuentran en Alemania supuestamente de manera ilegal. Ninguno de los 19 cuenta con una residencia en Colonia.
Cuatro de los sospechosos ya han sido detenidos y se les acusa de robo en relación directa con los actos cometidos en las inmediaciones de la estación central de trenes de Colonia, indicó Jäger en base a un informe de la policía en manos del estado federado alemán.
En total, el grupo de investigadores analiza 516 denuncias presentadas hasta el momento tanto en la Policía federal alemana -encargada de los delitos cometidos dentro de la estación de trenes y a 30 metros de distancia de ella- como en la Policía de Colonia por lo ocurrido la última noche de 2015.
En 237 casos se trata de delitos sexuales. En 107 de estos se ha registrado también un delito de robo al mismo tiempo. El resto de 279 delitos se trata de delitos de lesiones físicas o contra la propiedad.
Mientras, en Hamburgo -otra de las ciudades donde se produjeron agresiones a mujeres- el número de denuncias registradas hasta el momento ha ascendido a 153, informó el lunes un portavoz de la policía de la ciudad portuaria.
No sabemos aún cuántas víctimas hubo realmente ya que en algunos casos numerosas mujeres fueron agredidas y robadas al mismo tiempo, explicó.
Las investigaciones continúan bajo presión para intentar esclarecer lo sucedido en Nochevieja en el popular barrio de St. Pauli. Sin embargo, de momento no hay ningún sospechoso concreto.
Las agresiones a mujeres llevó al gobierno alemán a ponerse manos a la obra para llevar a cabo un endurecimiento de las leyes de inmigración y de refugiados, que implicaría, por ejemplo, deportaciones más rápidas y expulsión de extranjeros que cometan delitos con penas inferiores a los tres años, algo por lo que hasta el momento no se les deportaba.
En tanto, el ministro de la Cancillería (jefe de gabinete) y coordinador de la política de refugiados, Peter Altmaier, se mostró seguro que entre otras cosas, el gobierno alemán acordará limitar el movimiento de los refugiados a su lugar de residencia para evitar que puedan moverse libremente por todo el país.
Por Christoph Driessen