Colonia (Alemania), 11 ene (dpa) – La ola de agresiones sexuales registradas la noche de Año Nuevo en Colonia hizo que muchos miraran con preocupación sus masivos -y con frecuencia desenfrenados- carnavales. La ciudad del oeste alemán afronta su cita más internacional del año con una mezcla de confianza y cautela.
«Nos preparamos como cada año y confiamos en las fuerzas de seguridad», comentaron miembros del comité organizador de la fiesta.
También en la cercana Düsseldorf, otro bastión del carnaval, no vieron «necesidad de actuar» y dejaron en manos de las autoridades las medidas necesarias. «La seguridad es tema de la policía y las autoridades locales», sostuvo el copresidente del comité a cargo de las fiestas, Michael Laumen.
El mismo tono optimista dominó la preparación de la fiesta en la ciudad de Maguncia. «Por supuesto nos tomamos en serio lo ocurrido», admitió Michael Bonewitz, jefe de la organización local del carnaval. «Pero no podemos caer en pánico», pidió. «No dejaremos que nos quiten la diversión».
El desenfreno habitual en el carnaval suele dar lugar a excesos entre los que no son raros los «delitos obscenos provocados por el alcohol», explicó a la agencia dpa un portavoz de la Policía de Maguncia. Sus autores son de toda clase social y de cualquier origen, añadió.
Este año, sin embargo, la situación es especialmente delicada. El desastroso inicio de año en Colonia, cuando cientos de mujeres sufrieron robos, manoseos e incluso violaciones por grupos de hombres reunidos en la céntrica plaza de la estación de trenes, hizo que las autoridades revisaran su concepto de seguridad para el carnaval.
Arnold Plickert, jefe del sindicato de la policía de Renania del Norte-Westfalia, adelantó que se desplegarán más efectivos y que los agentes disolverán «de forma proactiva» grandes grupos de personas.
El funcionario confió en que la Policía desarrolle un concepto de seguridad que evite incidentes y se mostró seguro de que no se repetirá lo vivido la noche del 31 de diciembre. «Las mujeres pueden moverse sin temor en Colonia», aseguró.
Los organizadores y las autoridades confían en que, a diferencia de lo ocurrido en Colonia, una buena organización y mucha previsión permitan controlar las masas de gente y evitar incidentes.
Los comités a cargo de los tradicionales carnavales de las ciudades a orillas del río Rin se propusieron mantener un contacto permanente con las fuerzas de seguridad hasta el Lunes de carnaval el 8 de febrero. Además, pusieron a disposición de la policía sus propios voluntarios para coordinar mejor el operativo.
«Confiamos en el trabajo de la policía y haremos todo para hacer posible una fiesta hermosa», resumió Bonewitz.
También las ciudades en el este de Alemania preparan con especial cuidado la fiesta de este año. En el estado federado de Turingia, por ejemplo, el Ministerio del Interior analiza la situación para ajustar su plan de seguridad, reveló un portavoz, aunque por el momento no hay indicios de ninguna amenaza concreta.
Lo que sigue siendo un enigma es si los desgraciados incidentes de Año Nuevo en Colonia servirán de motivo para los tradicionales discursos burlescos que se pronuncian en las celebraciones de carnaval, pero suele ser común que los oradores toquen temas de actualidad, por más dolorosos o incómodos que sean.
Por Oliver Beckhoff